La realidad de las palabras suele ser una realidad que se genera a partir de eso…las palabras. Un ejemplo, días atrás mirando las “noticias” y toda la parafernalia policial que suelen hacer, un periodista entregaba un informe aseverando que una “bala loca”, había matado a una persona.
“Bala loca”, un término tan manoseado y repetido sin ningún miramiento. Surgen preguntas, ¿habrán detenido a esa “bala loca”? ¿Habrá algún abogado dispuesto a defender a una “bala loca? ¿Cuántos años de cárcel debiese recibir esa “bala loca”?
Pues bien, lo cierto que eso llamado “bala loca” no existe: lo que existen son personas que más o menos desquiciadas se ponen a disparar a diestra y siniestra con las consecuencias ya señaladas: nada tenía que ver la víctima con el sujeto pero la pérdida es irreparable. Pensar que existe un candidato que propone más armas…
Mar chileno lo llaman los medios, así se enseña en las escuelas y en todo el aparato a disposición del Estado -incluidos los medios de comunicación – y su irrefrenable acción ideológica. Mar de siete familias no se escucha. Bosques de Chile, se dice, bosques de las forestales se silencia, fútbol chileno lo llaman los dirigentes; no se escucha fútbol de 32, monopolio y fútbol de unos pocos, privatizado y protegido por el anonimato.
La realidad de las palabras puede ser que nada tenga que ver con la realidad real.
También podría interesarte: Un poco más de respeto nos vendría bien
La crisis del fútbol chileno