La Primera B de Chile tiene nombres que llaman la atención, ya sea por su trayectoria – caso Mark González en Magallanes – o por el hecho de la historia que rodea a algunos: Esteban Valencia en San Marcos, hijo del ex mediocampista de la U del mismo nombre y Santiago Espina, hijo de Marcelo, ídolo de Colo Colo a fines de los 90 e inicios del presente siglo. Acaba de llegar a Deportes Copiapó.
Inevitables las comparaciones, ¿Tendrán el nivel de sus progenitores? Siempre cargan con esa pesada mochila. “Santi” Espina se la quita de inmediato. “Nada que ver a mi papá, realmente nada que ver a mi papá. Juego de nueve, centrodelantero, defino jugadas, me quedan los rebotes, tengo bastante suerte, comparando con alguien de Argentina, soy muy parecido a Jonathan Calleri que jugaba hace poco en Boca, de esas características”, apuntó Espina.
En relación a su llegada a Deportes Copiapó, detalló que “en Platense jugaba el torneo de reservas, era goleador, no iba a tener muchas posibilidades de jugar el torneo de Platense, que sería la B Metropolitana, decidí buscar otro rumbo. Mi papá también se encargó de moverse un poquito, se dio esto de Deportes Copiapó, me intereso, tiene una linda cancha, me parece un club bastante ordenado, llegué con las mejores expectativas”.
Se sabe: Marcelo Espina es considerado ídolo en el cacique. ¿Quiere llegar a Colo Colo, seguir los pasos de su padre? “Mi futuro lo veo más en Europa, me encanta pero hoy estoy acá, tengo que hacer las cosas bien acá para ir escalando de a poquito, paso a paso y llegar lo más alto posible”.
Hasta el norte de país, “Santi” llegó acompañado de su progenitor, quien se encarga de darle algunas recetas para triunfar en el fútbol. “Siempre me aconseja, antes de jugar, en los entrenamientos, es muy importante, los consejos los tomo para bien, tiene una gran trayectoria, sabe bien lo que es estar dentro de una cancha, los movimientos, ya pasó por todo esto”.
¿Entrenador, papá, jugador, comentarista, en qué perspectiva lo aconseja? “Un poco como papá, a veces y como jugador más que nada, como lo vivió él”.
Ya ha tenido la oportunidad de recorrer algo la ciudad y también de ver en acción al “León” de Atacama. “Estuve viendo los dos partidos que pasaron, creo que los resultados fueron injustos, juega bien el equipo, tiene una buena intención de juego, con dos extremos y un nueve que eso para mi es bueno porque me llegan pelotas de todos lados”.
El préstamo de Espina es hasta diciembre con opción de compra. El tiempo dirá si alcanza el nivel de su papá.
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