Por @Pablo_sepúlveda
En 2011 arribó a Naval de Talcahuano para ser protagonista de la Primera B de Chile. A punto estuvo de conseguir el ascenso con el cuadro porteño, pero en la liguilla se inclinaron ante Santiago Wanderers. Sin embargo, sus habilidades -poderío físico, juego aéreo y capacidad goleadora – le abrieron las puertas de Primera División. Deportes La Serena puso sus ojos en él y decidió ficharlo para la siguiente temporada.
En el cuadro granate cumplió con creces. Fue titular y siempre se las ingenió para estar cerca del gol y anotar. Ocho fueron las dianas que convirtió en 19 partidos. Sin embargo, de ahí en más se le perdió la pista. Decidió retornar a su natal Guatemala para defender al Deportivo Marquense y luego a Comunicaciones. A esas alturas su nombre ya era habitual en las nóminas de la selección de su país, la que también había defendido en divisiones menores.
Portugal fue su siguiente destino, Atlético CP el club. Dos años estuvo en tierras lusas para emigrar a Atlético Venezuela, donde fue testigo privilegiado del complejo momento que atraviesa el país. Y aunque Chile parecía ya lejano, Ñublense, en silencio, se movió para asegurar su retorno. Los “Diablos Rojos”, necesitan gol: Minor López es su carta.
“La motivación es el equipo. Ñublense quiere hacer bien las cosas, el predio donde entrenan es muy bonito, siempre apuesta a estar arriba. Además Chile ha estado destacando bastante, es una bonita liga y país, me recibió muy bien los dos años que estuve acá, todo eso me dio un plus para regresar”, reconoce en diálogo con www.futbolprimerabchile.cl
Mucha agua ha pasado bajo el puente, fueron cuatro largos años en los que experimentó nuevas vivencias en el fútbol. El tiempo no corre en vano, se sacan lecciones y siempre se aprende. El artillero espera en cancha dejar en claro que ha crecido como profesional. Tendrá un año completo en la tierra del Ñuble para demostrarlo.
“La diferencia es la experiencia, vengo con la misma ilusión y ganas con las que llegué a Chile la primera vez, deseos que al equipo le vaya bien porque al final de cuentas quiere decir que al jugador le fue bien. Trataré de estar jugando y aportar al equipo, en lo grupal el objetivo es estar en los primeros lugares, Ñublense está acostumbrado a estar ahí”, afirma.
Integrado desde el martes a la disciplina del cuerpo técnico que comanda Pablo Abraham, ha tenido algo de tiempo para interiorizarse de su idea. “He hablado con él antes de venir a Chile, por lo que se escucha es un buen entrenador. Con el grupo también ya tuve un par de entrenos, se ve que es un plantel sano, joven y que tiene ganas”.
Así, lentamente, López comienza a empaparse de lo que significa jugar en Ñublense. Tiene una idea, pues el fútbol chileno no le es desconocido. Sabe también que la exigencia de la hinchada roja es alta. En ese sentido, asegura que “siempre vamos a dejar todo dentro del campo, van a haber buenos y malos momentos pero es más complicado cuando la gente no está de tu lado. Les digo que vamos a dar todo por esta gran institución”.
Considerado en las selecciones menores de su país desde 2006 y asiduo también en las nóminas de la adulta, no esconde su responsabilidad a la hora de asumir el liderazgo de un plantel que tiene a muchos jóvenes en sus filas. Será, sin duda, uno de los jugadores de renombre de Ñublense y ese prestigio hay que cuidarlo.
“Es una experiencia muy buena, otro tipo de roce. Gracias a Dios se me ha dado la oportunidad de vestir los colores de la selección nacional. Para todo jugador es un sueño vestir los colores de su país, vamos a tratar de contribuir por medio de esa experiencia”.
En Atlético Venezuela – último club antes de retornar a Chile – Minor López solo pudo anotar dos goles. Las lesiones, en particular un desgarro, lo privaron de un mejor registro en los seis meses que alcanzó a estar en suelo llanero. Su estadía en un país que vive un proceso social y político complejo, le sirvió para tener una idea cercana de lo que acontece con la revolución bolivariana, iniciada por Hugo Chávez y extendida por su sucesor, Nicolás Maduro.
“Es un poco complicado, sobretodo con la inseguridad, conseguir alimentos. Eso fue lo más difícil, aunque poco a poco uno se va acostumbrando, aunque la cabeza o un ojo siempre está puesto sobre las noticias, lo que dice la gente y lo que pueda pasar. Uno piensa en la gente de allá que lo está pasando mal, ojalá que todos los problemas que tiene el país se solucionen prontamente”.
Fotografía www.losdiablosrojos.cl