Por Alfonso Gómez
Acudo en la semana a buscar a mi nieto al Elias Figueroa. Actividad escolar de atletismo. Estadio vacío. Asientos al viento. En mi mente el aliento del domingo. Esa marea verde que cantaba, gritaba, vibraba, en comunión con los once que nos representan en el verde gramado. Por un momento,cierro mis ojos. Por un momento mi mente recuerda esas singulares y emocionantes imágenes… los miles de wanderinos y wanderinas, alentando al decano…
…Los niños que ya asimilan una pasión que no entienden, pero ya entenderán. Toda esa alegría, ese grito que brota del alma. Ese soplo de fuerza, que llega a la cancha. En fin, toda la emoción de muchos ojos húmedos al final de partido. Espero a mi nieto. Por un momento, cierro mis ojos. Por momento mi mente divaga en el futuro y se instala en el domingo 3 de Noviembre. En este mismo estadio que hoy esta vacío. Sueño que Wanderers, es campeón . Que dan la vuelta olímpica con la copa. Ese momento nunca ha sido posible en Valparaíso. Sería inédito.
Es un sueño, no una presión ni una exigencia. Solo un sueño.Y que ese día con Pedrito de la mano, gritemos… Wanderers campeón. Si no se cumple, que sea en Copiapó. Santiago Wanderers, el decano del fútbol chileno.
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