Con mucha molestia reaccionaron en Cobreloa al enterarse que Felipe Báez, a quien habían anunciado con bombos y platillos, finalmente no regresará a Calama. Según el presidente del club minero, Walter Aguilera, optó por Deportes Temuco, desestimando un acuerdo que ya tenía con los naranjas.
Pero la situación del mediocampista no es para nada nueva. De hecho, generalmente pasa en el mercado de transferencias. Algunos podrán pensar que la palabra cada día vale menos, otros que es simplemente pragmatismo económico y libre mercado. En su fuero íntimo, cada cual realizará la valoración respectiva de estos casos, lo cierto es que pareciera ser que hay que sacar una lección: refuerzo firmado es recién un verdadero refuerzo
Veamos un listado de jugadores que cambiaron de rumbo a última hora.
En Talca daban por hecho el acuerdo con Juan Pablo Andrade, pero nunca lo cerraron. Finalmente, el zaguero no fue a Rangers y optó por Cobreloa. Eso sí, el club talquino no llegó a oficializarlo, se durmió en la negociación y finalmente perdió al jugador.
Deportes La Serena también sabe lo que es perder jugadores a última hora. El uruguayo nacionalizado chileno, Francisco Silva, por razones de carácter personal, desestimó ir a la tienda granate a comienzos del 2019 y firmó en Rangers. No fue el único caso, Christopher Díaz fue anunciado ese mismo año como refuerzo de los papayeros; sin embargo, poco después aparecía firmando en Cobreloa.
En Unión San Felipe revelan que tenían un acuerdo con Ricardo Rosales para este año. Sin embargo, el jugador optó por firmar precisamente en Cobreloa.
Hay más. Deportes Copiapó daba por hecha la contratación del mediocampista Mikel Arguinarena para esta temporada. El “vasco”, de manera prudente siempre que fue consultado por este medio, dejó abierta la opción de no ir al norte. Finalmente, se quedó en Barnechea.
De seguro, el lector recordará más casos…