Tal como todos los planteles del fútbol chileno, en Cobreloa detuvieron los entrenamientos, a la espera que la crisis generada por el coronavirus comience a decrecer y se pueda encontrar una salida a la delicada situación.
Desde sus hogares, los jugadores naranjas tratan de mantener la condición física. Eso sí, ven con preocupación que no se han tomado todas las medidas como para evitar que el problema se masifique.
Así lo expresó el volante de Cobreloa, Pablo Caballero, quien además, tiene familiares en Italia, uno de los países más afectados por el coronavirus.
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