Perdido en el silencio, el hombre divagaba, buscaba avanzar hacia la comprensión, hacia el análisis libre de prejuicios y sobre todo, de adjetivos…
Se encontraba así, ante recuerdos…evocaba una época en la que la sociedad se articulaba de manera distinta, con un tejido social profundo, que invitaba a la esperanza y la ilusión.
De golpe, ese tejido, era fracturado, destruido, aniquilado. Acallado. Profundas reformas que nos acercarían, supuestamente, al desarrollo, eran implementadas.
Pero ese cambio, ese giro, en el fondo tenía otro propósito. Al principio quizás velado, hoy evidente…perpetuar el dominio económico, asegurar la supremacía de unos pocos, sobre la masa, sobre el pueblo.
En ese contexto, con algún grado de incertidumbre, atentos para pescar en río revuelto, aguardaban los “vivos”. Tal cual aves de rapiña, con sus garras afiladas, permanecían a la espera de su presa.
Surgieron los new rich. Amparados en una legislación vacía de ética y moral, aprovecharon. El fútbol no pudo escapar a ese escenario…La ley de SADP, les permitió apoderarse, “legalmente”, de la historia de clubes que en algún momento, representaron la ilusión y sueños de ciudades completas…
Han avanzado y han ganado terreno. De hecho, se han situado en el escalón de titiriteros. Y para serlo, por supuesto, necesitan contar con sus propias marionetas…
Dispuesto a complacer al titiritero, el dirigente marioneta acepta su rol. Hay buenas migajas y lisonjas de por medio…para algunos con eso basta…Las palabras, siempre generosas, les permiten envolver toda su tarea, en un aura casi épica…¡Falacia! Están ahí simplemente para complacer al titiritero.
Así lo harán, no hay duda…pero en el fondo, ellos, aunque el ego los domine, saben que no representan a nadie…
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