Cristian, la “Nona” Muñoz sabe de alegrías y sinsabores en el fútbol. Con Coquimbo Unido perdió de manera dramática un ascenso a primera división, pero con Barnechea tuvo revancha, al conseguir reinstalar al cuadro “huaicochero”, en la Primera B, durante el transición 2017.
En diálogo con Primera B Chile, el mediocampista de creación revivió ese momento. Incluso, contó que es una de las campañas que más atesora en el fútbol. ¿La razón? Consiguieron una cohesión de grupo que fue clave para alcanzar el objetivo.
“Podríamos estar hablando dos horas de ese año, la cantidad de cosas que hicimos ese año por estar ahí, creo que quizás la gente no lo creería, esas cosas son las que te entrega el fútbol, hay veces que uno ve la burbuja no más y no ve lo que está dentro“, apuntó el experimentado volante.
“Ese año, no había descenso en Primera B, yo pasé de Rangers a Barnechea porque todos los clubes ofrecían nada de plata, entonces salir de Santiago era ir a perder plata todos los meses”, recordó.
En esa línea, detalló que “en el curso de técnico fui compañero con Cristian Ortiz, con el gerente (de Barnechea) y ahí un día conversando me dice que tenía pensando, me dice, mira yo estoy en Barnechea, no hay mucha plata, tampoco se puede contratar muchos jugadores porque hay un margen de dinero, quiero saber que piensas. Le digo, espero 15 días más, si en 15 días más no sale nada, cerramos el trato”.
Fue así como pasó a formar parte del plantel “huaicochero” un elenco que llegó a la última fecha, un punto abajo de Deportes Melipilla. Finalmente golearon a Naval y el empate entre los “Potros” e Independiente de Cauquenes les permitió el ascenso a Primera B.
“En el partido, la gente de Naval nos gritaba garabatos y nos decía, para que van ganando si Melipilla va ganando. Hay una parte del partido en que hago un gol de taco y pesco la pelota y la saqué del estadio, porque tenía una rabia, decía, tanto recorrer este camino juntos, tanto esfuerzo que se ha hecho para perder el ascenso en la última fecha”.
“Íbamos ganando 5 a 0 y salgo, le digo al “Coke” (Contreras), me acuerdo que estaba la Lily, la hincha que va para todos lados en Barnechea, estaba viendo el partido en línea, le digo profe, puta, la verdad que cagamos, cagamos porque…me dice no, Melipilla va perdiendo. Me largué a llorar, estuve cinco minutos llorando a full, no aguantaba la emoción. Terminó el partido, la alegría fue total, algo tan emotivo, tan trabajado, para mi el logro más importante, salí campeón con la U y con Coquimbo, pero ese fue un torneo que me marcó y marcó mi vida de jugador“, reflexionó la “Nona”.
Las dificultades económicas templaron el carácter de un plantel que se las ingenió para salir adelante. “Tapia (Francisco) trabajaba en Uber, yo trabajaba en la feria con mi papá, el sueldo no nos alcanzaba, nosotros jugábamos los viernes y el sábado y el domingo trabajaba en la feria para poder pasar el mes. Lüttecke (Alan) trabajaba en “Los Buenos Muchachos” con un tío, después de los partidos, habían otros que trabajaban vendiendo cosas, ese fue el grupo que nosotros tuvimos en Barnechea“.
“No nos alcanzaba para un asado, hacíamos tallarines, siempre nos reímos porque no comprábamos el pollo normal si no que el que venía lleno de pelos y que costaba dos lucas…había una cohesión grupal, es ahí donde uno valora y dices, por más que seas el mejor equipo o quizás no tengas nada, la cohesión grupal lo es todo”, cerró Muñoz.
Puedes revisar la entrevista aquí.
Fotografía CDF.
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