Formado en las divisiones menores de Nacional de Paraguay, Carlos González arribó a Chile en la temporada 2013 para defender los colores albiceleste de Magallanes.
En silencio y a punta de goles, el guaraní se convertiría en figura de la “Academia”, ganándose el cariño de los hinchas, que simplemente lo apodaron “Charly”.
En su primera temporada con el cuadro de la carabela (2013-2014) el goleador anotó 12 tantos entre el campeonato nacional y la Copa Chile, posicionándose como referente indiscutido del atacante de Magallanes. Destacó principalmente, su juego aéreo.
Su segunda temporada en Chile (2014-2015) sería todavía mejor, convirtiendo 20 dianas, repartidas nuevamente entre la copa y el certamen nacional.
Sus excelentes presentaciones llamaron la atención de Santiago Wanderers, por ese entonces, subcampeón de primera división. Sin embargo, no lograría reeditar sus buenas campañas, emigrando posteriormente a San Marcos, para luego pasar a Huachipato su último club.
Y es precisamente desde el elenco de la usina que emigra a México, específicamente al Nexaca, club que hasta este semestre contaba entre sus figuras con el seleccionado chileno, Edson Puch. González arriba a los “Rayos”, acompañado de otro elemento acerero, el joven volante Víctor Dávila.
“El goleador guaraní, Carlos González, ya es parte de nuestro equipo. #BienvenidoCarlos a los Rayos de @ClubNecaxa”, se puede leer en el Twitter oficial del conjunto azteca.
Así, queda patente que la Primera B de Chile puede ser un excelente trampolín para jugadores de nivel que buscan abrirse paso en el siempre competitivo fútbol profesional.
Fotografía @ClubNecaxa
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