Lota entraba al irregular césped del Federico Schwager, precedido de dos empates en sus visitas a Santiago y Copiapó y eso hacia pensar a los más de 500 hinchas que llegaron al estadio, que cerraría este año con un triunfo frente a un complicado San Marcos.
Pero ,el cuadro visitante desde el arranque aterrizó las expectativas de los mineros, con dominio del balón y con gran juego de Gutiérrez y Briceño quiénes se adueñaron del mediocampo y generaron el fútbol necesario para crear peligro en la portería local.
Lota no respondía, el “tiburón” Ramos era el único delantero que presentaba Germán Corengia y se notaba en demasía la pobreza en el ataque minero. A pesar del dominio territorial de San Marcos, la llegada con más peligro en el primer tiempo fue del propio Ramos quien de media chilena exigía a Carrizo, de ahí el partido cayó en una laguna y ambas escuadras cerraban un primer tiempo en blanco.
En la segunda mitad, ya con el resultado de Serena consumado, Lota intentaba sacar el trámite del partido adelante y con más ganas que fútbol se comenzaba a aproximar hacia la portería de Carrizo, pero como único expediente se excedía en los pelotazos y centros para Ramos que eran fácilmente controlados por la defensa nortina.
Corengia introducía cambios para dar más peso a la ofensiva con el ingreso de Novoa y Huentelaf ,pero San Marcos era el que golpeaba primero con un golazo desde distancia de Coronado quien en el minuto 29 del segundo tiempo decretaba el único tanto del partido.
A pesar que el visitante se quedaba con uno menos por expulsión de Barrios, Lota no generaba peligro y sólo al final un cabezazo de Novoa que daba en el vertical hacía ilusionar a los hinchas locales.
Con tres de suplemento Lota era incapaz de igualar el marcador y cerraba un año para el olvido, último en la tabla general y con el fantasma del potrero en el horizonte. Con un cuestionado Corengia abandonando la cancha del mineral bajo una lluvia de insultos y pedradas.