Un año atrás, la noticia que se tomaba la agenda de la Primera B era la salida de José Gandarillas de la presidencia de Deportes Valdivia, tras una gestión en la que logró sacar al club del fútbol amateur y reposicionarlo en la Primera B.
Incluso, durante el 2018, el “Torreón” protagonizaba una gran campaña, llegando a la liguilla de ascenso a primera división. Pero ese proceso llegaba a su fin. El directorio que encabeza Jorge Henríquez como máximo accionista, optaba por colocar nuevamente como presidente del club a Jorge Salazar.
De inmediato, Gandarillas anunció que no trabajaría con la directiva entrante. Es más, se puso a la tarea de vender sus acciones -maneja entre el 10 y el 12% de la propiedad de la sociedad anónima- pero aunque aún no lo consigue, inició un largo proceso de distancia con la institución.
Reveló que lo habían dejado solo cuando el club hacía agua económicamente y una vez que la situación comenzó a mejorar -habían llegado los dineros de la licitación del CDF- volvió el interés por manejar el club.
Han pasado 12 meses de ese hecho y la postura de Gandarillas sigue siendo la misma. Eso sí, con la tranquilidad que le genera haber salido de la estresante dinámica que le significó conducir Deportes Valdivia. Así lo dejó claro en una extensa conversación con Primera B Chile.
“Es un proceso que no es fácil, hoy estoy bastante tranquilo, lo pasé realmente mal a ratos, pasé tres años sin sueldo, trabajando de lunes a domingo, literalmente no había día en que a las doce de la noche no dejara de trabajar”, contó.
Recordó además, las extrañas circunstancias que rodearon su sentida – por los hinchas- salida de la presidencia del cuadro sureño. Se le acusó, en un artículo de prensa, de realizarse autopagos y de intentar descabezar a la Corporación para asegurar su posición como presidente del club.
“Es una oportunidad para aclararlo. Me hablaste de esta columna anónima, esa columna la escribió una rata, no puso su nombre, quien escribía eso lleno de mentiras. Hablaba de cientos de millones de pesos, efectivamente se recibió un pago de suelo retroactivo de tres años, fue aprobado por directorio, donde cualquier pago lo realizaron Felipe Henríquez y Ernesto Hevia. Lo más increíble es que yo me opuse a ese pago”.
“Alguien va a decir pero como tan imbécil de oponerte a que te paguen tres años, eso está grabado en el directorio y está en el acta, donde voté en contra, porque estaba sujeto a la repartida de dividendos. Estos tipos dijeron, perfecto, te pagamos, si no me iba en cero, pensé que me iba en cero…dije no, me opongo, es una locura repartir dividendos, Valdivia tenía en caja en ese minuto mil millones de pesos y habíamos hecho un presupuesto que tenía crecimiento, la propuesta era reinvertirla en el fútbol joven, en otros deportes, remo, voleibol, rugby, hablar con el básquetbol. Les hablé de hacer crecer el club hacia allá. Votan por la repartida de dividendos, 400 millones de pesos, de los mil, 400 millones, bajábamos de inmediato a 600”.
En ese momento, cuestionó directamente a Jorge Salazar, actual presidente del club. “Votan a favor, el representante de la corporación, que es hoy la persona que está en el cargo de presidente, vota a favor, habiendo dicho él un mes antes, en la asamblea de la Corporación, porque se encontraba en proceso de elecciones, que iba a votar en contra de la repartida de dividendos. Imagínate la locura, el que supuestamente representa a los hinchas, pidiendo que se repartan dividendos y la parte privada, la sociedad anónima…“
Recordó además, el paso de Marcelo Salas, hoy dueño de Deportes Temuco, quien se encontró con un caos en la institución. “Fue dueño de la sociedad anónima un año, Marcelo Salas sale arrancando por lo que le tocó vivir en Valdivia, donde no quería saber nada más del personaje, el mismo que hoy está a la cabeza”.
Tras la salida de Salas, Gandarillas y el grupo “Amigos de Valdivia”, lograron acceder a la sociedad anónima. Eran 14 accionistas. Sin embargo, pronto, y viendo que los números no daban, la mitad de ellos desistió del proyecto. De acuerdo al testimonio de Gandarillas, en ese momento apareció Felipe Henríquez. Corría el año 2013.
“Apareció este personaje, Felipe Henríquez, con un discurso grandioso, me dio mala espina desde el primer minuto, pero dije, “pucha, no tenemos alternativa”. Se metió a la sociedad con un discurso lleno de historias, que estábamos poco menos que encontrándonos con el Rey Midas. Desde el día uno me decía, Pepe, sé presidente. Tenía susto de ser presidente, decía, me van a dejar botado“.
Finalmente su salida llegó cuando lograba enrielar al club y ya ha pasado un año. Desde afuera mira con preocupación. “De los mil millones de pesos, no queda nada, quedan 100 millones de pesos que se van a ir en el pago de las remuneraciones ahora, hay endeudamiento, se le debe a un empresario valdiviano del orden de los 7 millones de pesos, se gastó todo, hay un flujo negativo hecho por un presupuesto sumamente torpe. Pasamos de un club ordenado que tenía superávit, a tener esta cosa que pierde plata todos los meses, están endeudados con las tarjetas de crédito, con todo“.
“Ahora vienen a decir que se van a acoger a la Ley del Empleo (Ley de Protección al Empleo, cuando hace un año atrás había mil millones y dicen que vamos a hacer lo posible por mantener al club con vida, ves los casos mas aberrantes, a esa dirigencia la veo al nivel de las peores de la historia, de Tallarico y todas esas, creo que es de lo peor que hay en el consejo de presidentes…esta dirigencia repartió 760 millones en dividendos, de los mil“, remató.
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