Que semestre se le viene a San Marcos de Arica. Está último en la tabla de posiciones y se jugará la permanencia en primera división durante la segunda rueda del torneo. Por eso, era clave la llegada de refuerzos que de inmediato lleguen a aportar para subir el nivel de una escuadra claramente despotenciada a comienzos de año.
Para nadie es un misterio que la situación económica del club es adversa pero hubo que hacer un esfuerzo: hasta el momento son dos los fichajes que tienen los nortinos, ambos mediocampistas; el argentino Matías Jaime y el uruguayo Bruno Giménez.
Inevitablemente, las miradas se centrarán en ambos, especialmente en las primeras fechas, claves para salir rápidamente del fondo de la tabla. El uruguayo Giménez lo tiene claro, pero se lo toma con mesura: sabe que el equipo saldrá adelante siempre y cuando el rendimiento grupal sea el óptimo.
“No me siento presionado de ninguna manera porque esto es un juego colectivo, dependemos de todos no de un futbolista solo. Se ha visto en el mundial que los mejores jugadores del mundo quedaron afuera y no llegaron ni a las semifinales, la presión está en todo el equipo”.
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Sobre sus motivaciones para llegar a la puerta norte del país, apunta que “el fútbol chileno es muy competitivo, es una vidriera linda para andar bien y que te vean varias personas. Es un equipo que tengo dos amigos con los que ta jugué, eso a la hora de ver para donde ir ayuda mucho, no es lo mismo para la integración del grupo tener dos compañeros que llegar solo. Hoy por hoy estamos últimos, la idea es mejorar el campeonato que se hizo anteriormente“.
Claro, porque ya había compartido camarín con Robert González y en All Boys fue compañero de Alexis Vega, uno de los refuerzos que llegó a principio de temporada. Vega ha dejado gratas impresiones pese a la campaña de los ariqueños. “No fue que ayudó, si capaz al técnico le gustaron mis características y como él había jugado conmigo le pidió alguna referencia sobre mi persona y deportivamente“.
En ese aspecto, se define como un mediocampista que “trata de recuperar y ser un buen pasador, tratar de lanzar y hacer jugar al equipo“, un aspecto que Luis Musrri necesitaba con urgencia para potenciar la propuesta futbolística de tres cuartos de cancha hacia arriba. A eso le suma la garra característica de los uruguayos. “Voy a dejar todo por la camiseta, esfuerzo y sacrificio no va a faltar“, concluye.
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