Para algunos, el fútbol es simplemente un juego que tiene como objetivo entregar diversión a quienes lo practican y lo presencian. En ese contexto, incluso se dan el gusto de mandar a sus “cuarteles” a quienes se salgan de ese marco. “Su función es entrenar, no hablar de política”, disparó el diputado Iván Moreira, molesto por lo que el consideró una intromisión inaceptable de Mario Salas, flamante director técnico de Colo Colo, cuando dio su opinión sobre la situación de los pueblos originarios en Chile y en particular, de los mapuche.
Otros -este medio se inclina por esa visión, para que el lector lo tenga claro- ven en el fútbol un claro agente de transformación del espacio social, político e incluso económico de los actores que lo rodean. Siendo un deporte de masas, no podría ser de otra forma. ¿Si no, por qué los mismos políticos han entrado con fuerza en el fútbol, incluso convirtiéndose en propietarios o accionistas de los clubes?
En ese contexto, quisimos entender algo más de la atención la iniciativa que sectores ligados a Wanderers, impulsaron, cuadrándose con los trabajadores portuarios de Valparaíso en su conflicto con Terminal Puerto Sur (TPS), precisamente uno de los auspiciadores oficiales de Santiago Wanderers. Para ello, conversamos con Io Leiva, vocera del movimiento 15 de Agosto.
¿Cuál es la posición del Movimiento 15 de Agosto respecto al conflicto que tienen los trabajadores con TPS?
“Es clara y la hemos manifestado, en este y en cualquier otro conflicto que tenga relación con la dignidad frente al empresariado, nuestra posición es junto a los trabajadores”.
¿Por qué deciden hacerse parte y que acciones concretas generaron?
“Nosotros tenemos nuestra propia batalla con la S.A. de Nicolas Ibáñez (controlador de Santiago Wanderers), la cual casualmente tiene como principal auspiciador a TPS de Von Appen. Ese es el ejemplo más cercano de que las luchas sociales no pueden subsistir de forma separada, primero porque todo entre los poderosos está vinculado y porque la unión es la única forma de hacerle frente a las lucas. Se gestionaron donaciones de alimentos y el #ChaoTPS, pienso que es una forma de marcar distancia, decir, nosotros no somos la S.A. No tenemos porqué hacerle publicidad gratis a una empresa que denigra a sus trabajadores”.
¿Cómo fue la respuesta de los hinchas ante la idea de sacar el logo de TPS de la camiseta de Wanderers?
“La actividad estuvo super buena, hubo una respuesta bastante masiva entre los que pudieron ir ese día a la actividad y muchas otras personas que nos escriben diciendo que no pudieron ir, pero que quieren quitarlo. Fue una acción política y lo más interesante, fue que se entendiera como tal, como una forma de marcar rechazo hacia TPS, hacia la forma precaria y poco empática que se venía dando en el trato con los portuarios y hacia el silencio cómplice que mantuvo la SADP. Una forma de decir, Valparaíso es Wanderers, no ustedes, y el puerto está con los portuarios, no con TPS.
¿Debiese Santiago Wanderers, como institución, dadas las condiciones que afrontan los trabajadores de TPS y en ese contexto, muchos hinchas de Wanderers, terminar la relación con TPS?
“A ver, hagamos una diferencia. Primero, la relación con TPS la mantiene la sociedad anónima y para nosotros ellos son unos meros especuladores que vinieron a hacer plata y maquineo político con el club, ellos no son Wanderers, ellos van a pasar más temprano que tarde y lo que nos vamos a quedar somos los hinchas, los que vivimos Wanderers. En ese sentido, esta fue una actividad desde nosotros, para nosotros y en solidaridad con los compañeros portuarios”.
¿El fútbol puede ser una herramienta de generación de conciencia sobre problemas sociales tan concretos y profundos como este?
“Más que un generador de conciencia, esperamos que se construya como un actor, que opine y sea partícipe en los temas que tienen relación con la ciudad y sus habitantes. Y no es solo el fútbol, en club en su totalidad, a través del deporte y la visión de las temáticas sociales, debe necesariamente, tener una opinión. En ese sentido, la generación de conciencia viene a ser una consecuencia del fútbol, como medio educativo, informativo y como un ente que hace convergencia social. La privatización del fútbol vino con la privatización de todo lo social. El fútbol es una herramienta de transformación social. En ese sentido, la recuperación del fútbol tiene que ser en diálogo con todas las luchas sociales, educación, salud, puertos, etc. Lo que venimos trabajando a través de nuestro boletín “Viento Sur”, la participación en seminarios pero sobretodo el estar en contacto y participando con otras agrupaciones y causas pertinentes a la ciudad como al deporte”.
Muchas veces surgen voces respecto a que no hay que politizar el fútbol ¿Qué les parecen esos planteamientos?
“Despolitizar el fútbol es la manera más simple de convertirlo en el opio del pueblo. Los clubes, sobretodo los clubes de barrio, durante años han cumplido una labor social y política. Quitarle eso, es quitarle al deporte la posibilidad de ser un factor de cambio social positivo en la sociedad. No concebimos el fútbol sin la política, que es lo que le da una intención. Los poderosos lo hacen a nivel de la ANFP, usan el fútbol para hacer sus campañas y chamullos de plata, para cambiarse la plata de bolsillo. Nosotros creemos que el fútbol y su política van para otro lado, hacia lo social, hacia la gente y la forma en que los clubes y el deporte, ayudan a mejorar la vida de sus barrios y sus ciudades”.
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