“Somos campeones por el compromiso de los jugadores, de parte de cada uno de ellos. Se comprometieron al trabajo, al esfuerzo, a la forma de jugar. Propusimos siempre la misma forma, de visita o de local, en algunos momentos nos caímos pero no perdimos el norte”.
Abril de 2016 y Luis Landeros bailaba con la bonita. Tras un campañón con Deportes Temuco, el estratega, que además registraba una experiencia con Deportes Valdivia, Unión Temuco y las divisiones menores de Universidad de Chile, se ganaba el cariño de la hinchada albiverde, tras conseguir el ascenso a primera división con el pije. Se posicionaba además, en un lugar de privilegio en el cuadro de la Araucanía, que había deambulado 11 años entre la tercera y la segunda división.
Parecía el despegue de una carrera que lo podría situar dentro de la camada renovadora de técnicos nacionales. Sin embargo, llegó el desafío en primera y los números no dieron. Dejó la banca de Temuco, siendo reemplazado por Dalcio Giovagnoli. Sonó en Ñublense, posteriomente en equipos de primera división, para finalmente, recalar en Iberia con la misión de mantener la categoría.
En Los Ángeles viviría un aterrizaje forzoso. Su equipo fue capaz de lo mejor y lo peor: impecable campaña en Copa Chile, incapacidad para defender la categoría. La segunda división es hoy la realidad azulgrana.
“Claramente es un fracaso, te marca, un punto que te ensucia el currículum, tenemos que delinear lo que viene, fuimos respetuosos de nuestro contrato”, expresó.
En ese mismo sentido, descartó que tuviese negociado de antemano para llegar a otra institución. “Creo que vamos a estar largo tiempo parados. Me voy a mi casa como todo el cuerpo técnico, alguien especuló que teníamos un contrato firmado en alguna parte, es mentira, estoy cesante. La idea era poder sacar esto adelante, es muy difícil que un plantel competitivo quiera llevar a un técnico que tiene un descenso”.
Un descenso en el que lógicamente, no se puede soslayar la responsabilidad del anterior cuerpo técnico iberiano, encabezado por Nelson Soto. “Hay otras razones de otra índole que también van influyendo, recibir una herencia pobre en relación a puntos, no es excusa, sabíamos que veníamos con esta herencia”, asumió Landeros.
En un año y medio, Landeros pasó del cielo a la tierra: seguramente quiere su revancha, el fútbol siempre las da.
Fotografía gentileza Sintonía Deportiva
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