En el fútbol, los resultados mandan, más cuando los años de frustraciones y derrotas han minado la paciencia de hinchadas acostumbradas a los éxitos. Es el caso de Cobreloa, el cuarto grande de Chile pero que vive horas bajas, instalado en Primera B desde la temporada 2015-2016.
Todo comenzó bien en la era Rodrigo Pérez. Siete puntos de nueve en las tres primeras fecha y liderato en la tabla. Pero en la semana previa a la salida a Arica, todo se ensució. Cinco jugadores, Matías González, Ignacio Jara, Matías Álvarez, Gonzalo Pérez y Juan Carlos Araya, participaron en una fiesta, en lo que fue catalogado como indisciplina por la directiva minera, siendo enviados a entrenar separados del primer equipo.
Las derrotas en Arica y Coquimbo no ayudaron a apaciguar los ánimos. Aparecieron las primeras críticas e incluso se cuestionó la continuidad de Rodrigo Pérez. Pero los dirigentes se cuadraron con el entrenador.
“Estamos muy tranquilos, viendo el día a día de trabajo y que se sigue trabajando así, en algún momento se tiene que dar los resultados”, explicó Adrián León, presidente de la Comisión de Fútbol de Cobreloa a la Estrella Loa.
“En ningún momento hemos puesto en cuestionamiento la continuidad del cuerpo técnico, al contrario, vemos que el trabajo que se hace es muy bueno”, remató León.
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