El martes pasado, nos enteramos a través de El Mercurio, que la ANFP había presentado sus argumentos ante el Tribunal de la Libre Competencia debido al requerimiento de la Fiscalía Nacional Económica que busca terminar con la cuota de incorporación a la Primera B -actualmente 24 mil UF- y de paso multar onerosamente al ente rector del fútbol chileno por el cobro de la misma.
Entre los argumentos emanados en el documento de Quilín, se señalaba que “el establecimiento de la cuota de incorporación no constituye un ilícito anticompetitivo”. Asimismo, se manifestaba que la Fiscalía Nacional Económica había instalado premisas falsas como por ejemplo que el pago de las 24 mil UF generaría falta de liquidez y afectaría la capacidad de endeudamiento de los clubes. Manifestaba que el dinero proveniente del Canal del Fútbol, el que calificó de “grandes sumas” subsanaba esa situación.
También defendió el cobro, el propietario de Rangers, Felipe Muñoz. Consultado por este medio, aseguró que “no afecta, esa cuota tiene un sentido distinto a lo que se ha planteado públicamente, se dice que es un derecho de llave pero no es así, es una garantía, la ley establece que la ANFP es subsidiaria en todos los problemas económicos y deudas que deje cualquier club de la ANFP”, para luego detallar que “esta cuota, cuando bajas se te devuelve, las dejas en garantías, si tienes alguna deuda que dejas de pagar, se descuenta de ahí. Si no tienes deuda, se devuelve completa”.
Sin embargo, desde los clubes de segunda, mayoritariamente, desestimaron los puntos de la defensa de la ANFP. Aunque asumen que se trata de un tema de carácter jurídico, varios dirigentes tuvieron ácidas críticas al respecto.
En un estilo frontal y directo – dejando en claro que respeta a Arturo Salah a quien considera un hombre honesto- el presidente de San Antonio Unido, Miguel Díaz, fue tajante en su apreciación sobre el cobro de la cuota. “Es una cuestión tremendamente de locos, insana y gansteril porque actúan en forma mafiosa. No puede ser que tengan tan aislada a una división que es de la familia. Pasamos a la familia de ellos, nosotros no pedimos que nos incorporaran, ellos pidieron.”
Reconoció además, que hay un “resentimiento de los dirigentes de los clubes de segunda por lo despreciable que somos nosotros, el fútbol de segunda división para Primera A y Primera B, somos el niño adoptivo que subieron y no quieren compartir ninguna utilidad con nosotros, la verdad es que todos los costos salen del bolsillo de las personas. El directorio anterior dejó marcado y blindado, eso no se hace, el fútbol es otra cosa, esta gente de ahora ha sido más abierta, por lo menos no se nos castiga por decir las cosas públicamente. El comportamiento anterior fue gansteril, los de ahora no pueden convertirse en lo mismo”.
Muy crítico se mostró también el dirigente de Fernández Vial, Jaime Apparcel quien expresó que “es completamente alejado de la realidad, se da por hecho que los clubes de segunda tienen que ser millonarios, porque si no fuera así, dado el hecho que los clubes de segunda no reciben ningún tipo de ingreso fiscal o municipal, tampoco pueden recibir fondos del CDF. Los ingresos son por cuotas de socios, entradas al estadio y otros auspiciadores”.
Respecto de si se ve o no afectada la capacidad de endeudamiento y liquidez debido al pago de la cuota, manifestó que “lo que he escuchado de los clubes que han subido a la B en los últimos años, caso Valdivia, Puerto Montt, a duras penas han podido juntar la plata para pagar la cuota que hasta el año pasado era el doble. Lo pueden hacer a última hora a costo de un sacrificio personal gigantesco de cada uno de los accionistas y a la vez, con cargo a los dineros que les deberían ingresar por el CDF. Una vez que son aceptados, quedan en un estado completamente famélico. Las posibilidades de armar un plantel competitiva son completamente nulas”.
Desde Recoleta, el gerente general del club, Álvaro Vial, expone que “al margen de lo legal, si es ílicito o no, me parece una tremenda injusticia puesto que habemos clubes que no tenemos ninguna fuente de financiamiento porque la ANFP no hace ningún aporte a clubes que somos miembros de la asociación y la ley tampoco nos permite ir a buscar recursos al sector público por el hecho de ser sociedades anónimas deportivas”.
Detalla que “si se trata de libre competencia, dentro del marco legal, podría ser un ilícito porque en el fondo el mensaje que quiere entregar la ANFP es que para ser un club de fútbol que participe en competencias profesionales, necesitas ser millonario. Es una medida que le quitó el fútbol a la base, no se puede desarrollar fútbol a nivel comunitario”.
En Independiente de Cauquenes coinciden. El dirigente Mayquel Ortega afirmó que “es completamente ilícito y antideportivo porque una institución que sube por méritos deportivos de segunda profesional a Primera B, no tiene porqué estar pagando una cuota de incorporación que es súper excesiva. Tienen que endeudarse por años incluso, los dineros que les llegan por estar en Primera B, no les llegan, están endeudados. Me parece que el camino está completamente equivocado, si ganas en cancha ese ascenso, no tienes porqué pagar esa cuota para pertenecer a este club de amigos de Primera y Primera B“.
En Malleco Unido tienen reparos sobre la cuota y sus implicancias pero miran la situación desde otra perspectiva. El controlador del club, Claudio Ortega indicó que “no me voy a referir a lo que esgrime la ANFP porque es un ente autónomo y eso fue decidido en un consejo de presidentes. Los equipos de segunda que participamos en la competencia, cuando ingresamos, sabíamos en las condiciones en las que entrábamos. No es que esté a favor de ese acuerdo, pero cuando ingresé, sabía a los que nos exponíamos”.
Primera B Chile buscó respuestas en otros elencos de segunda, específicamente Deportes Iberia, que prefirió mantenerse al margen del tema y Colchagua, que en un primer momento se mostró dispuesto a hablar pero finalmente, no se concretó.
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ANFP responde ante requerimiento de la Fiscalía Nacional Económica y defiende permanencia de la cuota de incorporación a Primera B
