Dramático es el momento que vive San Luis de Quillota. El cuadro canario estrenaba director técnico -Francisco Bozán asumió en los amarillos- ante San Marcos de Arica, pero ni siquiera el arribo del nuevo estratega sirvió para terminar con el nefasto momento que vive el equipo.
Pese a que realizó un buen primer tiempo, lo cierto es que padeció los problemas que suelen vivir los elencos que entran en una espiral negativa. En los 12′ tuvo la gran opción de ponerse en ventaja pero Gustavo Lanaro falló un penal ante un enorme Luis Ureta, que se lució para contener.
Lo pagaría caro ya que en los 15′ de juego, Kilian Delgado metió un centro preciso para Bayron Monroy, quien no perdonó ante Pablo Heredia. Lo sufría San Luis, que lamentaba doblemente la ocasión perdida por Lanaro.
El delantero tendría la posibilidad de resarcirse poco después, tras una habilitación de Claudio Mosca, pero fallaría en inmejorable posición. A esa altura era una tarde negra para el atacante.
El local se generaría un par de ocasiones más durante la primera mitad, una de ellas un cabezazo de Claudio Meneses, pero la fortuna no estaría del lado del dueño de casa.
En el complemento, con la salida de Diego Rojas, San Luis perdió fútbol en el medioterreno aunque de todas formas empujó para cambiar su suerte, con menos claridad que en la primera fracción. Se reclamaron dos posibles lanzamientos penales pero nada sancionó Oporto, primero por un agarrón a Rigoleto, luego una eventual mano.
San Marcos cerró sus filas, apostó por poblar el mediocampo y terminó sumando su segundo triunfo en línea para recuperarse en la tabla ante un San Luis que sigue en caída libre.
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Fotografía Prensa San Luis.
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