Ya finalizado el encuentro, varios ex compañeros se acercaron a saludarlo. Claro, no era para menos, vistió seis años la casaquilla de Deportes Temuco, elenco que dejó a fines de la temporada pasada, emigrando a Deportes Santa Cruz.
En la tienda santacruzana ha sido figura. Pilar indiscutido en la zaga del cuadro del “Arica” Hurtado, Cristóbal Vergara vive un gran momento en el elencio de la Región de O’Higgins. Por algo marchan punteros.
Cosas del fútbol, le tocó enfrentar al club que lo cobijó por tanto tiempo. En las tribunas, Marcelo Salas, propietario del “pije” observaba el partido y lógicamente, el desempeño del central que cumplió a cabalidad para infortunio de las pretensiones del cuadro que no lo tuvo en sus planes para este año.
Quisimos saber si había sido una motivación extra, un aliciente, un impulso más en este compromiso, clave en la lucha por las primeras posiciones. Vergara solo se prodigó por rendir al máximo sin fijarse en los factores externos. Así lo indicó con la parsimonia y tranquilidad que muestra en la última línea cada vez que el juego lo requiere.
La tarea no fue sencilla, había que frenar a un equipo que tiene jugadores interesantes y que pelea arriba.
¿Es tiempo de que se les mire como favoritos?
Ahora se viene Coquimbo, otro duelo clave. Tendrá que mirarlo a la distancia.
Santa Cruz es puntero, impensado si se considera que el año pasado remataron últimos. Las piezas este año se eligieron muy bien. Ese parece ser el secreto, además del trabajo, por supuesto.
El gran momento de Deportes Santa Cruz reflejado en un jugador que confirma, está, para ser aporte en cualquier elenco de la Primera B.
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