Más de 2 mil personas fueron testigos del partido entre Coquimbo Unido y Ñublense correspondiente a la undécima fecha del Campeonato de Primera B.
El equipo local vivió una semana de profundos cambios pues Víctor Hugo Castañeda y su cuerpo técnico fueron desvinculados de la institución pirata por los malos resultados que los tienen sumergidos en el último lugar de la ade posiciones. En su reemplazo tomó la batuta una dupla técnica que tiene una gran historia en el club como ex jugadores, Jorge Cerino y Marcelo Corrales.
Los primeros minutos del partido fueron parejos por ambas escuadras, sin embargo en los 2′, Guillermo Suárez inauguraba el marcador en La Pampilla marcando el uno a cero favorable a los locales haciendo estallar a la hinchada local.
Todo parecía que sería una jornada tranquila para los piratas pues desde el comienzo ya se encontraban arriba en el marcador y en los 45+1′, tras agresión a Gonzalo Menéndez, Emilio Renteria recibiría tarjeta roja dejando a los chillanejos con diez elementos.
El resto del primero tiempo ambas escuadras visitaron escasamente las porterías contrarias por lo cual se mantuvo el marcador.
Al comienzo del segundo tiempo ambos estrategas movieron sus piezas e hicieron ingresar a nuevos jugadores al campo de juego lo cual fue favorable para Ñublense.
Coquimbo Unido se dedicó a mantener la mínima ventaja y maneja el balón en el medio terreno llegando con poco peligro al arco defendido por el uruguayo Santiago Morandi. Por su parte Ñublense, al fiel estilo de Fernando Díaz, soportó las arremetidas del equipo rival y aprovechaba de buena manera los contragolpes de sus delanteros Luis Flores Abarca y Sebastián Varas.
Cuando todo parecía tranquilo para los dirigidos de Cerino-Corrales, en los 74′ tras una patriada de Pablo Parra, centra desde el sector izquierdo y por la otra banda aparece fantasmalmente Boris Rieloff conectando con un furioso zapatazo logrando el uno a uno enmudeciendo a la hinchada local.
Luego del empate, Coquimbo Unido batalló para quedarse con los tres puntos pero el equipo aurinegro carece de un creador de fútbol por lo cual todos eran balones divididos a Lanaro y Monje que terminaban en las manos del portero rojo. Ñublense tuvo la oportunidad de quedarse con el partido pero esto fue impedido por el guardaballas Jaime Bravo.
Manos al cielo del juez de la contienda y Coquimbo Unido deja puntos en calidad de local y no logra obtener su primera victoria en el campeonato.
Con este resultado los locales suman cinco puntos quedando cada vez más sumergidos en la última posición. Cabe destacar que tiene un partido pendiente con Everton de Viña del Mar, pero ahora se mentalizan para enfrentar a Cobreloa en Calama.
Un punto ganado para Fernando Díaz y sus dirigidos pues tuvieron que enfrentar todo el segundo tiempo con un hombre menos. Ñublense queda en la novena posición con 13 unidades y se prepara para su próximo encuentro contra Iberia en calidad de visita.
