Llamar mediocre a la campaña de Rangers sería un premio para la paupérrima temporada del rojinegro en el torneo de la Primera B. Claro, el significado de la palabra es “de calidad media” y “tirando a malo”, según la RAE, lo que es mucho para el caso de un equipo que es penúltimo en la división.
Tras la caída frente a San Luis, el fantasma de la segunda división profesional, crece y crece. Pese a los tres cambios de entrenador el rojinegro no tiene respuestas y es fijo candidato al descenso.
En Talca no queda otra que encomendarse a la fiel hinchada. Claro, tras el receso de Fiestas Patrias se viene una verdadera final ante el colista, Deportes Valdivia. Emiliano Astorga ya vive ese partido.
“El próximo partido tenemos que tener el estadio ojalá lleno. Tenemos que hacer sentir la localía como lo hicieron acá, San Luis, y poder revertir esta situación. Esto tenemos que sacarlo entre todos, vienen dos partidos de local seguidos, tenemos que marcar diferencia en los puntos”.
Sobre el momento que vive su equipo y la derrota en Quillota, Astorga apuntó que “no comenzamos bien, ellos se encontraron con un gol temprano, después de eso, nos arrimamos bien, logramos igualar y ponernos en ventaja. En el segundo tiempo no tuvimos el control del balón, no estuvimos acertados en la parte defensiva”.
En Quillota no estuvo presente el dueño del club, Felipe Muñoz ni el gerente general Boris González. ¿Se sintieron abandonados? “No pasa por eso, hay que ser bien objetivos, perdimos en cancha y perdimos equivocándonos. No me siento solo, si no lo diría”.
Por último, detalló donde pondrá el énfasis para levantar al equipo. “Tengo que convencer a los jugadores que no podemos seguir cometiendo errores. Poner el pecho al frente”.
El rojinegro jugará un partido de vida o muerte el próximo domingo 30 de septiembre a contar de las 16:00 horas en el Fiscal de Talca frente a Deportes Valdivia.
Imagen de archivo.
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