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San Luis de Quillota vivió un periodo de profundos cambios a finales del 2024. La administración encabezada por los argentinos Gustavo Cerioni y Cristian Le Bihan, tomó la decisión de vender el club. El año, deportivamente, había sido horroroso, como la mayoría de las temporadas en las que los trasandinos lideraron a la institución. La oferta de César Villegas apareció en el horizonte y el club pasó a manos del empresario de buses, cuya familia controla además, a otro club de la zona: Deportes Limache.
Cerioni y Le Bihan, buscando recomponer lazos y apaciguar las críticas de la hinchada, en su momento, confiaron en el trabajo de un hincha de San Luis de Quillota, ingeniero de profesión y con una familia además, ligada en algún momento a la administración canaria. Por lo mismo, optaron por designar como presidente de los amarillos a Iván Cisternas, quien lógicamente, tras la venta de San Luis, también salió de la institución.
Hoy, Cisternas mira desde afuera, con la posibilidad de realizar un balance de lo que fue su trabajo con los cuestionados controladores argentinos. Pese a estar fuera de la administración, cuenta a PrimeraBChile que sigue asistiendo al estadio; asegura además que no se arrepiente de haber apoyado a los trasandinos en su paso por Quillota y cuenta, con quien debía entenderse para las decisiones importantes de la institución.
Las críticas de actual administración hacia los años en que el club estuvo bajo control argentino han estado presentes, pero Cisternas prefiere ignorarlas. Desde su experiencia, tiene claro que cuando las cosas no resultan en la cancha, de inmediato aparece todo tipo de cuestionamientos. Es más, no ve gran diferencia entre la cercanía que existía entre Le Bihah y Cerioni, con Ricardo Pini, accionista de Unión la Calera y lo que hoy pasa entre San Luis de Quillota y Deportes Limache. “Hoy es exactamente lo mismo, no es el mismo dueño pero es padre e hijo en los dos clubes (San Luis y Deportes Limache), la gente no lo critica porque hay una ilusión de buenos resultados“, manifiesta.
Ex presidente de San Luis y críticas de los actuales dueños: “Me pasa por el lado”
Conversamos largo y tendido con el ex presidente de San Luis de Quillota.
¿A qué está dedicado ya fuera de San Luis de Quillota?
“En diciembre me invitó a trabajar la Municipalidad de Quilpué, la alcaldesa Carolina Corti, gran amiga, así que me vine a su equipo, estoy con ella en la Municipalidad de Quilpué, en el Departamento de Construcción y Vivienda, como yo soy ingeniero de profesión y con algunos proyectos privados que tenía y que sigo teniendo”.
¿Qué tan distinto es mirar el fútbol con la perspectiva de un hincha o la visión de un dirigente?
“Lo único igual siento yo, entre dirigente e hincha es el querer ganar todos los partidos, después es muy distinto, el hincha va solo con la pasión y la ilusión, el dirigente tiene miles de cosas entremedio de cada partido, preocupaciones diferentes y eso te hace un poco aterrizar esa ilusión y esa pasión, aterrizarla siendo más pragmático, sin dejar de querer ganar, siempre está eso, es el único punto en común, pero la dirigencia te genera muchas más preocupaciones que te desenfocan del partido mismo, tú ves el día a día; el hincha va el estadio el día del partido, el dirigente está todos los días, los problemas de los jugadores, administrativos, con la ANFP y no solo los problemas, también las gestiones que hay que realizar para solucionarlos, es diferente, pero como dije, las ganas de ganar son siempre las mismas”.
Desde su experiencia y habiendo sido presidente de un club manejado por argentinos, cuya presencia en el fútbol chileno se cuestiona de manera seguida, no por la nacionalidad, más bien por la forma en que manejan los clubes, incluso con representación de jugadores incluida, ¿Está tan sucio el fútbol hoy como todos comentamos?
“Yo estoy ligado al fútbol desde hace muchos años, mi papá fue presidente de San Luis cuando los clubes eran corporaciones, hoy el fútbol es una industria, los clubes son empresas y como tal siempre se va a decir que es sucio, no sucio, lo que sea, yo creo que simplemente son distintas formas de modelo de negocio, el objetivo de cualquier empresa es generar recursos, San Luis de Quillota y cualquier equipo de la B no genera recursos, pero ganando tú puedes generar recursos, porque ganando y ascendiendo a Primera División que es el objetivo de cualquier club, tienes opción de entrar a copas, más gente en el estadio, más publicidad, premios por entrar a copa o por campeonatos, etc. y vas generando más recursos”.
“Luego de eso, potenciar jugadores, venta de jugadores, el negocio de los clubes es la venta de los jugadores, entremedio se financia con la plata que entra del TNT, con la publicidad, que cada club tiene distintos precios y auspicios y con el público que va a los estadios, que también es diferente, pero la verdad cuestionar o no cuestionar a los controladores de los clubes, en el caso mío y la experiencia, el objetivo era el mismo que tiene cualquier controlador de club, que es ganar cada partido, hacerlo lo mejor posible, la forma tal vez es distinta, nosotros tratamos de armar buenos equipos, de pelear para ascender, el 2023 estuvimos a punto, perdimos en liguilla, tuvimos un muy buen año, puntuando más de una rueda, el segundo año de gestión completa, no funcionó nada, cometimos errores en el armado del plantel, en el entrenador que elegimos al inicio, y eso llevó a pésimos resultados, que nos llevaron a tener un muy mal año y que terminó, además, vendiéndose el club, pero cuando la pregunta es si está tan sucio el fútbol como se comenta, yo diría que no, simplemente son modelos de negocio distintos, son formas distintas de ver, de actuar, son empresas, los controladores deciden cual es el rumbo de esas empresas, independiente que el fútbol, en lo romántico es un deporte y es un deporte que representa a ciudades algunos, a hinchas, a las colectividades otros, por supuesto que tiene un matiz distinto esa empresa y, en eso, el objetivo siempre es ganar”.
Se arrepiente de haber trabajado en San Luis bajo el alero de la administración de los argentinos?
“No, todo lo contrario, grandes amigos, gran relación, grandes confianzas, siempre atentos, siempre disponibles y dispuestos, los errores los cometimos todos, aquí los responsables de la mala campaña final y de la buena campaña del 2023 y de todo lo que ocurrió, son los dueños y también yo, el directorio, que lo componían dos de ellos, Gustavo Cerioni que es el principal accionista y Cristian Le Bihan, siempre estuvieron atentos, viniendo, comunicándonos, tomando decisiones entre todos, también participaba por supuesto, el gerente general de San Luis, Martín Garretón, con quien estuvimos en todo el periodo, era parte del directorio el presidente de la Corporación, tiene un pequeño porcentaje (la corporación), pero también se hizo parte para trabajar en conjunto y colaborar en algunas cosas, como lo hace hoy, en la nueva administración. Sigue siendo la corporación parte importante del club y ningún arrepentimiento, todo lo contrario, agradecimientos, aprendí mucho, conocí el fútbol por dentro en una forma distinta”.
Hace algún tiempo, un reportaje de Emol develó que en la administración de San Luis estaba también un italiano, Carlo Rovegno, ud. alguna vez se entendió con él?
“Nunca conocí a Carlo Rovegno, pero él era un inversionista, no estaba ligado al fútbol propiamente tal y traspasó sus acciones, el mayor accionista de San Luis era Gustavo Cerioni y Cristian Le Bihan, el dejó de estar, creo que el 2023 traspasó sus acciones a Cerioni, pero como te digo, era inversionista y no una persona ligada al fútbol, nunca tuve relaciones con él, tenía relación con Gustavo, con Cristian”.
¿Quiénes eran los dirigentes que determinaban las políticas de San Luis de Quillota, con quien hablaba regularmente ud.?
“Yo hablaba normalmente, primero con quien venía mucho a Chile, que era Gustavo, cada un mes, 15 días, estaba viniendo a los partidos, era el principal accionista de San Luis y con Cristian también algunas veces, pero principalmente con Gustavo y con Martín, que era el gerente, el directorio lo conformábamos, yo era el presidente, Gustavo era vicepresidente, Martín era secretario, uno de los directores era el hijo de Cristian, el otro director era Eduardo Rey, que era el presidente de la Corporación”.
¿Qué lo motivó a aceptar trabajar en una administración que, claramente no era muy querida por los quillotanos?
“La principal motivación de aceptar trabajar con la administración y ser cara visible del club es el cariño que tenía y que tengo, de toda la vida y tratar de aportar con un granito de arena a mejorar las cosas. Siento que el 2024, si bien es cierto fue malo y es lo que finalmente queda en la sensación, el 2023 fue un año como no había habido en cinco años anteriores, peleando liguilla, repatriando, entre comillas, a jugadores como Humberto Suazo, que trajeron a la comunidad un tema de esperanza, de ilusión importante, fuimos a colegios, estuvimos con la comunidad, fue mucha gente al estadio, creo que ese año se vendieron muchas camisetas, se hicieron muchos hinchas, muchos niños, creamos la escuela de fútbol de San Luis, siento que ese pequeño aporte, ese granito de arena al club, era justamente lo que me motivó a ser parte y lo volvería a ser, sin ningún problema”.
¿Cuál siente ud. fue su mayor acierto en San Luis y cuál su mayor pecado?
“Esto depende netamente de los resultados, si a uno le va bien lo aplauden, si a uno le va mal, lo pifian, no tiene otro sentido y lamentablemente, a uno no le va bien porque hace las cosas bien, necesariamente, el fútbol pega en el palo y entra o sale y detalles definen los partidos, se van generando rachas, por lo tanto, hay muchos factores. El mayor pecado, claramente, después de haber hecho un buen equipo el 2023, no haber aprendido de los errores de ese año, haber mejorado lo que ese año, tal vez, estuvimos mal y tratar de partir nuevamente con un proceso distinto, equivocándonos claramente en la decisión del entrenador y armando un plantel con esperanza pero que en el resultado final no tuvo ninguna figura que tuviese un rendimiento acorde a lo que esperamos, bajaron rendimientos de jugadores que quedaron, tuvimos lesiones importantes y tuvimos rendimientos paupérrimos de jugadores que esperábamos, rindieran, por lo tanto, yo diría que el mayor pecado fue no dar una continuidad completa al proceso y uno de los mayores aciertos, pensando en todos los años, fue haber traído ilusión el 2023, haber traído gente al estadio, haber generado nuevos hinchas, niños y eso también de la mano de haber traído a Humberto Suazo a Quillota de vuelta, él fue en gran porcentaje, el gestor de esta nueva ilusión de la comuna. Hoy está absolutamente vigente, jugando su último año, que él mismo lo ha dicho, espero que le vaya muy bien y que termine un año extraordinario para que sea una gran despedida de un gran crack”.
La nueva administración le ha pegado duro a los argentinos que controlaban el club, han dicho que solo les interesaba la plata, ¿Qué le parecen esas afirmaciones?
“Creo que ni siquiera vale la pena, además que cada uno tiene derecho a decir lo que quiera y a pensar lo que quiera, los hechos son los que finalmente mandan, por supuesto que los controladores anteriores de San Luis, con los cuales trabajé y que fui parte del proyecto los últimos tres años, no tuvieron buenos resultados, el objetivo era que San Luis subiera y San Luis no subió, con eso no hay mucho que decir. Éxito a la nueva administración y si logra ascender y logra buenos resultados, eso va a ser la demostración de que se hicieron las cosas mejor o que resultaron mejor, a veces la planificación puede ser la misma y las intenciones pueden ser las mismas y los resultados pueden ser otros. Prefiero no comentar como dice usted, que le hayan pegado a la administración anterior, por supuesto que me siento parte y soy parte de la administración anterior pero no me golpea, me pasa por el lado, hay que demostrar en la cancha, solo esperar que a San Luis le vaya bien, lo digo como hincha”.
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¿Sigue yendo al estadio?
“Todos los partidos de local como lo he hecho casi toda mi vida y los partidos de visita los que pueda, hoy por temas laborales y por otros compromisos, por supuesto que voy más cerca, pero voy siempre”.
¿Cómo hincha, cómo ve hoy al equipo? ¿Se ilusiona con ascender?
“Van cinco fechas, con tres empates, un triunfo y una derrota, el año pasado empezamos igual, la diferencia es que el año pasado nos golearon en dos partidos y eso generó un cambio de entrenador, este año también San Luis llevaba tres puntos en la tercera fecha, marcha décimo en la tabla, en la mitad, está comenzando, el equipo se ve intenso, con muchas ganas, con jugadores de buen pie, por lo tanto, esas ganas, esa intensidad se aplauden y genera en el hincha, independiente del resultado, una ilusión mayor que cuando las cosas no salen y son a dos kilómetros por hora. Creo que este equipo puede llegar a liguilla y llegando a liguilla pasa cualquier cosa, una de las mayores muestras es lo que ocurrió el año pasado con Limache, entrando a liguilla todos los partidos son finales y se definen por cuestiones en el momento. Hoy en la quinta fecha, todos los equipos están parejos, el puntero está cuatro o cinco puntos de San Luis que está décimo y el colista está tres puntos abajo, salvo Santiago Morning que tiene menos puntos por castigos admistrativos. El equipo ha andado muy bien en la Copa Chile, ha tenido muy buenos resultados con los equipos de Primera, le ganó a Católica, a Everton y han sido buenos partidos, por lo tanto eso genera una ilusión y una expectativa, pero creo, si algo aprendí en la dirigencia, es ser cauto y esperar como avanzan las cosas, una cosa son los deseos y las ilusiones y otra cosa son las realidades y lo que se genera, los problemas justamente son la diferencia entre las expectativas que uno se genera al inicio y la realidad con la que termina el año, esperemos que este año termine de acuerdo a las expectativas”.
¿Si lo invitara a trabajar esta u otra administración de San Luis de Quillota, estaría dispuesto?
“Volvería a trabajar en el fútbol, volvería a trabajar en San Luis, siempre he estado ligado como hincha y la experiencia de haber estado adentro y haber podido incidir, participar, opinar con mayor empoderamiento, por supuesto que me gustó y volvería a estar en San Luis sin ningún problema, no sé si altiro, no sé si en este momento, por supuesto que esta administración no me va a invitar a trabajar por el vínculo y por lo que se ha dicho, lo que ha habido, pero en un futuro uno nunca sabe las vueltas de la vida”.
A los argentinos se les criticaba su cercanía con la administración de La Calera, ahora se reconoce abiertamente que el dueño de San Luis tiene otro club – Deportes Limache, ¿Qué opinión le merece aquello?
“Se les criticaba la cercanía, siempre nosotros aclaramos que los mismos dueños no eran pero si había relaciones entre ellos, socios, amigos, etc. y hoy es exactamente lo mismo, no es el mismo dueño pero es padre e hijo en los dos clubes (San Luis y Deportes Limache), la gente no lo critica porque hay una ilusión de buenos resultados, cuando vienen los malos resultados aparecen las críticas con cualquier cosa, el 2023 nadie se acordó que había vínculo o no había vínculo, es cuando viene una mala campaña y con malas campañas se acordaron de eso, y no tiene nada de malo siento yo, si está dentro de lo normado, no hay ningún problema”.
Pero cuándo hay cercanía, cuando son socios, ¿No cree que se puede privilegiar a un club sobre otro? Por ejemplo al que está en la categoría superior por sobre el de la división menor?
“Al tener cercanía o amistad, socios en otros negocios, a eso me referia con socios, no hay incidencia en decisiones internas de cada club. Si están los recursos y se separan las cosas, cada club con su presupuesto…”
¿No se ha perdido la pasión y la cercanía con este modelo?
“Tal vez se ha perdido un poco la pasión, pero esa pasión se pierde estando adentro, se coloca todo más pragmático, pero al final el fútbol es lo que es en la cancha, estando bien hay ilusión, el partido de Universidad de Chile con Botafogo, estadio lleno y hay una pasión que hace dos años con la misma directiva había amenazas en contra de ellos. Todo eso me ratifica lo que conversábamos, que los resultados son los que finalmente mandan y direccionan el sentir y el quehacer”.
¿Por qué finalmente los argentinos decidieron vender San Luis, perdieron plata?
“Los accionistas decidieron vender por tres razones, diría yo, la primera es que siendo una empresa, siempre está a la venta, una buena oferta siempre te va a dar esa opción, en este caso la oferta fue muy buena y avalado con pésimos resultados y muchas rabias, con una frustración por haber estado tantos años sin haber logrado el objetivo que era ascender, abrió para la puerta para que el club se decidiera traspasar. Nunca se sacó utilidades, siempre fueron los números bordeando el rojo, por lo tanto, hubo una pérdida de inversión y hubo que colocar dinero a fin de año para poder equilibrar los resultados, también fue un tema que lo económico no fue lo que se esperaba”.
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