Sigue la eterna espera del elenco aurinegro. Todo una ciudad, un puerto, aguarda para celebrar. Coquimbo Unido aún no puede decir que es de primera división. El cuadro aurinegro solo empató con Deportes Melipilla y la copa de campeón 2018 sigue siendo esquiva. El sufrimiento se prolonga hasta la última fecha.
Fue un partido trabajado frente a Deportes Melipilla. Los hinchas del cuadro visitante sabían de la importancia de este encuentro y desde temprano llegaron al Bicentenario La Florida para acompañar al “barbón” en una jornada histórica. Los buses se agolpaban en la avenida Enrique Olivares, en una tensa pero alegre espera del pitazo inicial.
El partido fue equilibrado en la primera mitad, con un Coquimbo que sufría con la velocidad de Ricardo el “Rayo” Fuenzalida, aunque en general Matías Cano no pasó grandes sustos. La primera incidencia se produjo en los 36′, cuando Diego González se vio obligado a cortar un contraataque que encabezaba Mathias Pinto, ganándose la cartulina roja directa.
Poco después y ya en inferioridad numérica, Rodrigo Holgado tendría la gran posibilidad de la primera etapa, cuando con un disparo cruzado desde un costado del área melipillana, remeció el vertical izquierdo de Fuentes. Era golazo pero la pelota impactó seco en el tubo y salió.
En la segunda mitad, ambos equipos se cuidaron, aunque fueron los “Potros” los que tuvieron la posesión de balón, sin grandes ocasiones de peligro. A esa altura, Cobreloa empataba con Wanderers y el campeonato era para el aurinegro, pero poco después, Sebastián Romero daba vuelta el partido y colocaba a los mineros a tres puntos del pirata, que debía seguir esperando.
Minutos después, el compromiso se equilibraba con la expulsión de Ricardo Fuenzalida, quien veía la cartulina roja debido a una fuerte entrada contra Rodrigo Holgado. El drama se prolongaba ya en los últimos minutos, cuando un defensa aurinegro sacaba la pelota en la línea, luego de una salida en falso de Matías Cano.
Llegó el pitazo final y el partido que termina en empate, la definición sigue esperando.
