En un emotivo adiós, el Festival Internacional de Innovación Social (FIIS) concluyó su última edición en Santiago, Chile. El evento, que ha sido un referente en la promoción de la innovación y el emprendimiento social, ha dejado una huella imborrable en la sociedad chilena.
FIIS: Un festival que marcó una era
Desde su creación en 2013, el FIIS ha sido un espacio de encuentro para emprendedores, innovadores y ciudadanos comprometidos con la construcción de un mundo más justo y sostenible. Durante estos años, el festival ha logrado movilizar a miles de personas en torno a la idea de que es posible generar cambios positivos a través de la innovación y el emprendimiento social.
El FIIS ha sido también un escenario para la presentación de proyectos y propuestas que buscan soluciones a los desafíos más urgentes de nuestra sociedad. Desde la educación hasta el medio ambiente, pasando por la inclusión social y la equidad de género, el festival ha demostrado que la innovación social puede ser una herramienta poderosa para el cambio.
Un adiós lleno de emociones
En su última edición en Santiago, el FIIS se despidió con una serie de actividades que reflejaron el espíritu del festival. Conferencias, talleres, conciertos y exposiciones formaron parte de la programación, que contó con la participación de destacados exponentes del mundo de la innovación y el emprendimiento social.
El cierre del festival estuvo marcado por la emoción y la gratitud. “Sé que también habito en el corazón de los chilenos”, fueron las palabras con las que el FIIS se despidió de Santiago, dejando en claro que su legado perdurará en el tiempo.
El legado del FIIS
Aunque el FIIS ya no se celebrará en Santiago, su legado sigue vivo. El festival ha dejado una huella imborrable en la sociedad chilena, inspirando a miles de personas a creer en el poder de la innovación y el emprendimiento social para transformar la realidad.
Además, el FIIS ha contribuido a la formación de una comunidad de innovadores y emprendedores sociales en Chile, que seguirá trabajando para generar cambios positivos en la sociedad. En este sentido, el adiós del FIIS no es un final, sino el comienzo de una nueva etapa en la que los valores y principios del festival seguirán siendo una fuente de inspiración.
Finalmente, aunque el FIIS ya no estará presente en Santiago, su espíritu seguirá vivo en cada uno de los proyectos y propuestas que surgieron a lo largo de estos años. Porque, como bien dijo el FIIS en su despedida, “sé que también habito en el corazón de los chilenos”.