Por @Pablo_sepúlveda
Estadio Municipal de San Felipe, 78′ de juego, marcador uno a uno entre Unión San Felipe y Coquimbo Unido. Juan José Ribera, estratega pirata realiza una modificación: Kilian Delgado ingresa en lugar de Francisco Arrué. Compañeros del mediocampista se acercan para abrazarlo. No se trata de un cambio más, es el último minuto en cancha del mediocampista. El retiro es un hecho.
Su familia – que vistió varias de las camisetas que defendió en sus 22 años de carrera – lo aplaude. El público de San Felipe, respetuoso se suma al gesto. Arrué deja la cancha y pone fin a una trayectoria que lo llevó a defender la casaquilla de los tres grandes de Chile, Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile. Estuvo también en el equipo chileno que en Sidney 2000 ganó medalla de bronce en los Juegos Olímpicos, defendió a Universidad de Concepción, Santiago Morning, Deportes La Serena, Huachipato, además de militar en clubes de Suiza, España, México y Colombia.
¿Por qué la decisión de retirarse del fútbol y cómo ha vivido el día después de jugar por última vez profesionalmente?
“Tengo más ganas de dirigir que de jugar, no pasa por un tema físico porque aún me sentía en muy buenas condiciones y tampoco por un tema contractual ya que tenía contrato hasta fines de mayo. Sentía que era el momento de retirarme de buena forma, siempre quise y esperé dejar el fútbol y no que el fútbol me dejara, se dio todo como quise.
Los últimos dos días fueron muy intensos, de mucha emoción con mis compañeros y familia, momentos emotivos pero ya está totalmente asumido. No he tenido mucho tiempo de pensar porque he estado haciendo muchas cosas administrativas en Coquimbo, seguramente en algún momento vendrá esa nostalgia pero estoy tranquilo y contento con la decisión que tomé”.
Hace un tiempo conversamos con compañeros tuyos, específicamente con Franco Cabrera. Querían convencerte de que siguieras un semestre más pero no hubo caso…
“En muchos momentos me lo dijeron pero era una decisión tomada. Alargué mi carrera seis meses más para venir a Coquimbo y jugué un año. Entiendo las ganas de mis compañeros porque me veían bien, era el capitán del equipo y querían que siguiera pero no había vuelta atrás”.
¿Esperabas un homenaje tan particular y emotivo de tu familia que estuvo en el estadio con camisetas de de los equipos en los que jugaste?
“No, nunca imaginé este final, fue muy emocionante sobretodo ver a mi familia en el estadio con todas las camisetas de los equipos donde estuve, ni yo me acordaba de algunas. Fue emocionante al igual que el respeto que se mostró en San Felipe donde la hinchada es muy localista, el respeto que hubo y el homenaje a un jugador del rival, quedé muy sorprendido y eso demuestra que la gente valoró mi carrera, el profesionalismo y la dedicación”.
Entiendo que la idea es dirigir y que ya tienes conformado tu cuerpo técnico. ¿Vas a entrenar de inmediato o a especializarte un poco?
“Si hay una opción de dirigir lo más probable es que la tome pero sería ideal cuando vuelva de Europa, viajo el 29 de diciembre por aproximadamente tres meses. Voy a adquirir conocimientos, después de eso veremos. Llevo bastante tiempo trabajando con mi cuerpo técnico y nos sentimos preparados. Espero que el momento llegue, cuando empiezas necesitas que alguien confíe en ti porque soy un técnico sin experiencia, en algún momento aparecerá ese club que pueda confiar en nosotros.
En el cuerpo técnico está Juan Carlos Alegría, mi ayudante, actualmente está trabajando en la parte audiovisual en Unión Española y el otro es Marcelo Cabezas, ayudante del Nano Torres en Boca y Argentinos Juniors, es mi preparador físico. Me falta el preparador de arqueros pero eso lo veré dependiendo del equipo y los presupuestos de la institución que confíe en mi porque a veces no son los presupuestos que uno quisiera”.
¿Cuáles fueron los momentos más dulces y los más tristes de tu carrera?
“Los más tristes son los que vivía día a día lejos de mi familia, sin duda son los más difíciles. Los más felices claramente fueron volver a jugar y sentirme en óptimas condiciones después de las tres lesiones graves que tuve de ligamento cruzado, no es menor volver a jugar en muy buen nivel”.
¿Qué equipos te gustaría dirigir en el futuro? ¿Algún grande? Eres uno de los pocos jugadores en Chile que vistió las tres camisetas más populares del país…
“Por supuesto que a uno le gustaría estar en los grandes pero creo que hay que ir viviendo los procesos. El equipo que confíe en mi, seguramente va a ser el equipo donde espero ir de a poco optando a otras instituciones. La idea de cualquier entrenador es dirigir a los mejores, pero como recién me voy a iniciar hay que ir quemando etapas”.
¿Cómo ves el futuro para tus ex compañeros en Coquimbo Unido. Respetando el trabajo de Juan José Ribera, te gustaría entrenar a los piratas?
“Veo un futuro auspicioso, independiente de que ahora se ve muy lejano en cuanto a puntos porque Curicó nos sacó bastante ventaja, pero acá hay un plantel que se hizo para ascender y no nos sentimos menos equipo que Curicó. Perdimos acá cuatro a tres pero fuimos protagonistas absolutos del partido y por desaplicaciones, no solo con Curicó, terminamos perdiendo varios partidos, ahí está la diferencia de puntaje. Los veo bien aspectados, el próximo torneo mis compañeros tendrán que hacer un campeonato casi perfecto para aspirar al ascenso, confío plenamente en que así va a ser. Por ahora solo pienso en estar con mi familia, descansar un par de semanas y luego emprender viaje”.