Un año ha pasado de la salida de José Gandarillas de la presidencia de Deportes Valdivia, partida que fue muy sentida por los hinchas del “Torreón”, quienes en general, valoraron positivamente la gestión del ahora ex timonel albirrojo.
No fueron tiempos sencillos. Cuando tomó el club, se encontraba en el fútbol amateur, al borde de la quiebra y debiendo lidiar con un sinnúmero de situaciones críticas desde el ámbito financiero.
Incluso cuando lograron el ascenso a Primera B, se enfrentaron a la pesada carga que significaba la cuota de incorporación. Hubo que ingeniárselas de cualquier forma para mantener la institución a flote. Así lo revivió el propio José Gandarillas, en entrevista con Primera B Chile.
“Estuve viviendo en la casa de mis papás un tiempo, en la sede del club, eso lo sabe todo el mundo, porque no tenía donde pagar una casa en Valdivia, así de simple“.
“Mis amigos ya no querían saber nada de mí porque yo no los llamaba ni para los nacimientos de los hijos, ni para los cumpleaños, para lo único que los llamaba era para pedirles plata, le debía más de 70 millones a mis papás”, narró.
Crítico fue también el momento en que el “Torreón” estuvo a punto de volver a segunda división. Si Valdivia descendía el 2017 -se salvó sobre la hora ante Deportes La Serena- significaba su ruina económica.
“Literalmente, no me quedaba nada, tenía más de 500 millones de pesos en deuda, se da que le revierten el resultado a Iberia en Los Ángeles y nosotros paralelamente lo damos vuelta en La Serena, esa situación salvó de lo que hubiese sido, como persona natural, la quiebra”.
Su salida, dicho está, se dio en un momento en que se avizoraba una estabilidad económica. “Con los ingresos del Canal del Fútbol se pudieron pagar todas las deudas, es decir dejé de ser aval”, consignó.
Puedes revisar la entrevista completa acá
Imagen de archivo.
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