Hay un medio en Chillán que no puede acceder al Complejo Paso Alejo, interactuar con los jugadores tras los partidos y tampoco hablar vía telefónica con los mismos.
Se trata de La Discusión, que tanto en radio como diario, fue vetada por Ñublense y ha debido arreglárselas para entregar información de los “Diablos Rojos”, pese a todas las piedras que les han puesto en el camino.
Es el segundo diario más antiguo de Chile, acaba de cumplir 148 años el pasado 5 de febrero, y el medio radial más escuchado en Chillán. Pero simplemente, los ignoran.
Quisimos conocer un poco más sobre el caso. Como medio, reconocemos la labor que hacen los colegas de regiones que día a día se esfuerzan para entregar información de sus equipos, en una época de sociedades anónimas que no se caracterizan por su transparencia. Si ya es difícil acceder a la información en el mundo S.A. imagínese lo que cuesta con un veto al principal medio regional.
Conversamos con el director de Dimensión Deportiva de Diario La Discusión, Rodrigo Oses Pedraza, quien entregó detalles de la censura que están viviendo.
¿Por qué se produce el veto y desde cuándo se aplica?
“El veto surge en la antesala de la primera conferencia de prensa del plantel de Ñublense, el pasado 30 de enero, cuando la invitación a la misma, no nos llegó y sí a todos los otros medios. Cuando le solicité al encargado de prensa una explicación, me recalcó que la sociedad anónima, dirigentes y jugadores habían tomado la decisión de no hablar con nuestro medio ante las constantes críticas a la administración, campaña deportiva del año pasado que casi desemboca en un descenso y la deficiente política de contrataciones y fútbol joven.”Nos han vapuleado y faltado el respeto”, fue su argumento final”.
¿Te parece un actuar dictatorial?
“Absolutamente. Dictatorial total, e impresentable para la sociedad en la que vivimos. Una medida que atenta contra la libertad de expresión y la autonomía que deben tener los medios para hacer periodismo y no relaciones públicas. Tras esta medida está el accionar de alguien o un grupo de personas que no dimensiona la importancia de las comunicaciones en un club deportivo. Elementos nefastos para el desarrollo de una institución y las buenas relaciones”.
¿En qué se traduce esta situación, no pueden ingresar a los entrenamientos?
“Prohibición para acceder al complejo deportivo Paso Alejo, donde se desarrolla la exclusiva conferencia de prensa los miércoles o jueves y en la imposibilidad de interactuar con los jugadores tras los partidos porque solo responden preguntas de los otros medios. Tampoco pueden responder entrevistas telefónicas”.
¿A quién perjudica más esta situación, al club, a los medios o a los hinchas que quieren saber de Ñublense?
“A todos los estamentos. Al club porque en el medio más escuchado y leído de Chillán, Ñublense pierde presencia informativa y de marca, a la dirigencia porque por el solo hecho de vetar a un medio tan emblemático despierta un rechazo de los hinchas que apelan siempre a la libertad de opinión, a los mismos auditores que a veces quieren escuchar a jugadores opinantes y al medio al que se le oculta y omite permanentemente información”.
La S.A. de Ñublense no es apreciada por los hinchas, se suma ahora esto…
“El rechazo de la hinchada a la administración de Ñublense es marcado, notorio, casi irreversible y no lo han construido los medios, si no quienes manejan al club, apostando por una conducción alejada de la gente, ligada al criterio economicista, pero sin desarrollar el área social y deportiva de una institución centenaria. Los errores en la gerencia deportiva con una deficiente política de contrataciones en los últimos años, ha gatillado un vendal de desaciertos en el desarrollo futbolístico del club”.
¿Fueron los jugadores los gestores de esta medida o los dirigentes?
“Por la información que me entregaron, la medida la gestaron dos personas. El encargado de ventas y marketing, Marcelo Olguín y el gerente general Hernán Rosenblum, quien no es primera vez que está detrás de la manipulación de un veto a un medio. Antes, he sufrido dos vetos a nivel personal que fueron fraguados por este señor al que en Chillán no se le quiere. Hace unos meses, unos hinchas rayaron el muro cercano a su casa y el colegio donde estudian sus hijos, con amenazas, pidiéndole que se fuera de la ciudad. Salí en su defensa, rechazando este acto de violencia, pero el nivel de odiosidad en su contra se arrastra hace muchos años. Fue una ola que creció porque el fue la cara visible de una gestión marcada por pésimas decisiones y ahora, que se ha visto agudizada por una vergonzosa política comunicacional. Hablé con dos referentes y me confesaron que les impusieron la medida y que debieron acatarla”.
Por la cantidad de mensajes en redes sociales se aprecia que los hinchas del rojo se informan mayoritariamente con ustedes…
“Somos el medio más escuchado de Chillán y nuestro diario, que cumplió este 5 de febrero, 148 años, es el segundo más antiguo de Chile. Si pensaron que nos iban a acallar, se equivocaron porque, precisamente, esa gran audiencia que sigue a Dimensión Deportiva por casi 30 años nos prefiere porque hacemos periodismo independiente y no comprometido como el que hace la mayoría por miedo a ser vetado por el dictador que rige el destino de este club. Comunicaciones de Ñublense ha bloqueado a una gran cantidad de hinchas que reclaman en nuestra cuenta de Twitter”.
¿Crees que es viable que el veto se acabe en el corto plazo?
“Te insisto, este veto lo fraguó Hernán Rosenblum, Marcelo Olguín, y me imagino, avalado por el dueño del club, Patrick Kiblisky y un par de dirigentes locales que están sometidos al poder económico de la sociedad anónima. Quiero aclarar que nuestra relación con la mayoría de los jugadores actuales es respetuosa y cordial, como debe ser entre un periodista y un profesional del fútbol. La mayoría acepta las críticas y recibe, cuando corresponde, elogios. Aquí lo contaminaron todo las personas que te menciono, a quienes también hemos criticado por su deficiente gestión en algunas etapas de la campaña. Claro está, a ellos les hubiese encantado que nosotros calláramos muchas cosas pero en nuestro medio apuntamos a la verdad y por eso nos prefieren”.
Hablemos de fútbol…¿Cómo está Ñublense para esta temporada?
“Es prematuro anticipar un diagnóstico profundo y certero cuando se ha jugado una fecha pero creo que el plantel tiene mayor poder de ataque con la incorporación de Michael Silva y José Luis Jiménez, sobretodo por las bandas. Sin embargo, sigue evidenciando falencias en la zona de gestación y en la definición”.
¿Hay equipo para subir?
“Si logra darle intensidad, velocidad, ritmo y potencia a la posesión de balón, que es su sello (el de Emiliano Astorga) y corrige la faceta creativa y la puntada final, lo veo peleando arriba, de lo contrario sera complejo ante rivales que se potenciaron en todas sus líneas y tienen planteles más profundos y dinámicos”.
¿Qué tiene que pasar para recuperar la identificación entre Ñublense y Chillán?
“Un cambio profundo en la administración del club que apunte a ser una institución de puertas abiertas a la comunidad como era antes y no un búnker donde impera el recelo, la desconfianza y la alta seguridad. La Corporación, integrada por dirigentes históricos de Chillán y que ostenta el 42 por ciento de la propiedad del club, debe salir de su estado vegetativo y adoptar un rol más protagónico para ser el verdadero puente entre el club y los hinchas que se sienten postergados y castigados. El trabajo comunicacional de Ñublense, debe ser ejecutado por verdaderos profesionales del área, que sepan generar un impacto real en la comunidad, reposicionando la marca, desarrollando una certera estrategia de marketing, que busque acercar al plantel a la gente y no enclaustrarlo a 10 Km. de Chillán. Parece una utopía pero es realizable si los dueños del club tuvieran realmente las ganas y la disposición, pero pareciera que solo importan los recursos del CDF y que cada fin de mes haya ganancia y no pérdida”.
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