Lo que no queremos que pase en las cancha de Chile pero que lamentablemente, toca abordar en algunas ocasiones. Cuando se aboga precisamente por el respeto entre las hinchadas y por dar el ejemplo entre los seguidores de equipos de regiones, algunos confunden pasión con violencia.
Finalizado el partido en Talca, ya fuera del estadio Fiscal, un grupo de barristas del cuadro local Rangers se acercó a la zona donde estaba la mayor parte de la hinchada del “Almirante”, Arturo Fernández Vial, debiendo intervenir carabineros para evitar un choque entre ambas partes.
Alcanzó a haber piedras y según denunciaron hinchas vialinos una micro que trasladaba a seguidores del aurinegro, sacó la peor parte. En redes sociales dejaron imágenes de lo acontecido.
“Delincuentes de la barra de Rangers de Talca apiedrando (sic) al bus de la barra del vialito. Espero la directiva del vial tome cartas en el asunto”, fue uno de los posteos que acompañó a las fotografías.
El fútbol es pasión, alegría, fiesta e incluso protesta pero nunca puede ser violencia y menos entre personas que comparten cariño por clubes y que solo se diferencian por el color que aprendieron a querer por herencia y tradición.
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