Iván Gutiérrez Vergara es un reconocido hincha de Magallanes. Es un habitual en el estadio Municipal de San Bernardo y viaja cada fin de semana a alentar al equipo de sus amores. Incluso, ha creado algunos programas radiales para informar sobre los albicelestes.
El pasado domingo estuvo en el Luis Valenzuela Hermosilla, presenciando el partido que su escuadra ganó a Deportes Copiapó. La jornada fue feliz, aunque no del todo porque pasó un mal rato al ingresar al estadio.
Contactamos a Iván y quisimos saber más sobre lo acontecido. Aseguró que no tenía inconveniente en relatar los hechos y reiteró lo expresado vía Twitter. “Eramos cuatro personas, tres adultos y un niño, entró el niño primero con su tío, nosotros nos quedamos afuera, esperando a unos amigos que llegaron. Empecé a ver que no podían avanzar, vi que los tenían esperando y veo la ropa de los cabros en el suelo”, señaló.
“El niño estaba un poco preocupado, le digo al hombre (guardia) esa no es la forma de revisar, tirar las cosas al suelo. Me dice si no te gusta, te vai, a mi no me interesa, si te gusta, te gusta. Le dije que no era la forma de responder, traté de sacarle fotos a las cosas, no a él para que no se enojara”, detalla.
Pese al desagradable episodio, Gutiérrez subraya que fue un hecho puntual. “La gente de allá (Copiapó) es muy amable, ningún tipo de problemas con ellos, solamente con estas personas de amarillo que se creen poco menos autoridad ante el hincha. Éramos poquitos, no teníamos nada que esconder o cosas por el estilo, nosotros viajamos, tenemos que llevar nuestros artículos de aseo, como vamos a andar todos hediondos”, manifiesta.
En esa misma línea, recuerda que “una vez en Quillota a mi hijo lo estaban revisando mucho, les dije paren el webeo, paren el asunto porque el niño no anda con nada. La gente de Copiapó es muy amable, les preguntaba “donde está la sala de prensa, aquí amigo, acá está, vaya al camarín de los jugadores a sacar nota, cómo llego al terminal, me decían, la gente muy buenas personas, los taxistas, todos, fue este caso puntual, bastante desagradable””.
La criminalización que se ha hecho del hincha y que hemos denunciado en reiteradas oportunidades en nada contribuye a que la familia vuelva al estadio. Por el contrario, la aleja. A los que vamos al estadio regularmente, nos consta que esto es mucho más habitual de lo que se quisiera.
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