Santiago Wanderers fue concesionado por 30 años y hoy es manejado, a través de la Fundación Futuro, por el empresario Nicolás Ibáñez.
Se esperaba que con el arribo de la SADP llegara una época de crecimiento para la institución, la más antigua del fútbol chileno. Eso ha estado lejos de suceder y hoy el equipo está sumido en una profunda crisis, penúltimo en la Primera B.
Pero eso no es lo peor, la deuda actual de Wanderers supera el déficit que en su momento los llevó a buscar una salida privatizando a la institución. La propia Fundación Futuro le presta a Wanderers constantes sumas de dinero a una tasa de interés muy conveniente para el propio Ibáñez, negocio redondo.
La siguiente caricatura del Movimiento 15 de Agosto – una de las 13 entidades que está en abierta campaña para recuperar el club – refleja la situación que está atravesando Santiago Wanderers.
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