Una fuerte denuncia contra el gerente Deportivo de Ñublense realizó un canterano de la institución. El programa deportivo, Dimensión Deportiva, analizó la situación de las divisiones menores de los “Diablos” Rojos y en ese contexto, abordó el desencanto que estarían viviendo algunos integrantes de las cadetes, quienes estarían evaluando dejar la institución.
Al programa del miércoles fue invitado el arquero Óscar Salazar quien narró algunas situaciones vividas en su estadía en el club. “Llegué a Ñublense el 2014 con el técnico Marcos Sepúlveda. Me vine desde la U. de Conce, llegué aquí pesando 130 kilos. Me costó mucho, siempre me ha costado, siempre se me criticó la persona, no como jugador, se me catalogó muy mal aquí, que era flaite, que era choro”, comenzó su relato.
“Se me vio por el corte de pelo, por las juntas, los amigos que tenía. Se supone que aquí los dirigentes tenían que ser parte como formadores, si yo iba mal, ellos tenían que encaminarme, no seguir criticándome. En una ocasión, don Rubén Espinoza me trató de que yo tenía que estar jugando en la cárcel, no en cadetes”.
“Sufri harto”- prosigue su relato Salazar – se me dio la oportunidad hace poco de subir, anduve muy bien. Estoy muy agradecido del profesor Aníbal Pinto, me enseñó, mejoró partes que otros preparadores de arquero nunca me la vieron. Ñublense no me dio más oportunidades, decidí no jugar más, quiero hacer todo esto público, tengo compañeros que a lo mejor por miedo no quieren hablar”.
En esa misma línea, narró que no le quieren entregar el pase. “El otro día fui a hablar con él, que me retiraba y me dijo no, no te voy a entregar el pase, si quieres me esperas hasta diciembre porque aquí te vamos a tener. Estaba Juan Figueroa, yo y Rubén Espinoza. Aquí dejan al juvenil morir, así de simple”.
El golero piensa ahora en trabajar y terminar la enseñanza media. “Por Ñublense dejé los estudios para dedicarme al cien por ciento, creo que no valió la pena, estoy volviendo a estudiar. En la U. de Conce después de entrenar daban una colación, una leche, una barra de cereal, aquí nada, allá me daban los pasajes”.
Consultado sobre el posible incentivo a jugadores de cadetes para que firmaran un contrato de representación con un abogado ligado a Ñublense, Salazar comentó que “supe algo, mal, no les firmaría a ellos. Los amarraron, los personajes que se creen representantes quizás que habrán ofrecido, se fueron a los niños”.
Salazar además denunció que estuvo a punto de lesionarse gravemente cuando tuvo la oportunidad de entrenar con e primer equipo y que en el club le negaron la debida atención. “Tenía los ligamentos de una rodilla inflamados y en la otra dos quistes y un esguince. Se me exigió darle más, le dije a Rubén Espinoza, a Juan Figueroa que por favor me llevaran a atenderme, no lo hicieron, mi papá me costeó los exámenes. Fuimos a Santiago, a la clínica Meds, me atendió el doctor Yáñez y me dijo, estuviste a punto de cortarte los ligamentos, jugué un año completo con las dos rodillas así”.
Declaraciones gentileza Dimensión Deportiva
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