“El 29 de la gente” como lo apodaron cariñosamente en Quillota, ya está completamente integrado a los trabajos de su nuevo equipo: Ñublense. Alejandro Fiorina trabaja junto al resto de sus compañeros preparando una segunda rueda en la que espera ser protagonista, luego de una larga travesía que lo tuvo alejado de los primeros planos futbolísticos.
Sabe que está frente a una nueva oportunidad de ganarse el cariño de otra hinchada, tal como lo hizo con los canarios de San Luis, donde fue pilar fundamental de las últimas buenas campañas, jugando en las temporadas 2013-2014 -luego pasó a Coquimbo Unido– 2015-2016 y 2016-2017.
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No ha sido fácil, las lesiones lo complicaron en su momento, estuvo en el extranjero pero no le cumplieron lo prometido. La distancia con su tierra natal, Argentina, tampoco fue sencilla de sobrellevar, sobretodo en momentos en que su segundo hijo estaba pronto a nacer. Dificultades y más dificultades que espera dejar atrás a punta de goles: por algo marcó 36 goles en canchas nacionales, sumando sus campañas con canarios y piratas.
¿Estuviste casi un año sin jugar, que fue lo que te pasó?
“Estuve seis meses porque me fui a jugar a Indonesia, estuve solo tres meses y me volví a Argentina porque las condiciones no eran las que me habían dicho y además nació mi hijo. Me fui a principio de enero y volví en abril”.
Dices que hubo condiciones que no se cumplieron en Indonesia ¿Cómo fue esa experiencia?
“Muy rara en cuanto a lo futbolístico y a lo cotidiano ya que es un lugar en donde las cosas son totalmente distintas a América. Las condiciones económicas principalmente (no se cumplieron), sumado a otras cosas”.
¿Es cierto que en San Luis no quisieron esperar cuando tuviste que operarte?
“En este momento prefiero no hablar de ese tema, cada uno sabe como fueron las cosas, pero San Luis no tuvo mucho que ver en ese tema”.
Específicamente ¿Cuál fue la lesión que te afectó?
“Me hice un aseo articular que significa que limpian la rodilla de algunas imperfecciones propias del desgaste que venía teniendo”.
¿Cómo surgió la opción de llegar a Ñublense?
“Llegué a Ñublense porque un gerente se comunicó conmigo y empezamos a hablar de esta oportunidad”.
¿Contento de volver al fútbol chileno?
“Estoy contento porque siento que no me debería haber ido, sobre todo de la forma que tuve que irme, además es un país que quiero muchísimo”.
¿En qué momento personal llegas a Ñublense?
“En un momento de mucha madurez porque pasé por muchas cosas este último tiempo y aprendí muchísimo”.
¿Ahora estás con toda tu familia en Chile?
“Estoy solo por el momento, hay que organizar algunas cosas para que venga mi familia”.
¿Te tocó estar lejos cuando nació tu hijo?
“Pude llegar al nacimiento de mi hijo unos días antes, la vida me dio una revancha ya que en el de mi hija no pude estar porque estaba jugando con Coquimbo y nació en Argentina”.
La gente de Quillota todavía te recuerda con cariño ¿Qué te parece?
“Con la gente de Quillota vivimos algo especial me parece, creo que se generó un cariño por ciertas cosas, pero por sobretodo por como se hicieron las cosas en el tiempo que estuve ahí, sin duda es un club importante para mi”.
Y ahora ¿Tus expectativas en Ñublense?
“Altas, ya que espero en lo personal ayudar al equipo y lograr algo importante”.
Fotografía @nublenseSADP
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Con la contratación de delantero argentino campeón con San Luis, Ñublense completó los tres refuerzos para la segunda rueda
