Se conocieron hace tres años en un delicado momento que la afectaba. Carolina Zamora y Rodrigo Ceballos, decidieron, más tarde, unir lazos en matrimonio. Junto al amor que se profesan, comparten también, otras pasiones, entre ellas el fútbol. Ella, profesora, el ingeniero, ambos con 36 años, fanáticos de los equipos de sus respectivas ciudades: Wanderers de Valparaíso, Carolina; Rodrigo de Deportes Valdivia.
En esa condición, les tocó enfrentarse en la liguilla de ascenso. Estuvieron el miércoles pasado en el Elías Figueroa Brander; por televisión presenciaron el desenlace de la llave. Quisimos conocer algo más de su historia y contactamos a Carolina.
¿Cómo se conocieron?
“A fines de octubre de 2015, seis meses después de fallecer mis papás, en Valdivia pero es de Futrono, yo de Valparaíso. El súper introvertido, y yo demasiado extrovertida, jajaja. Una de las tantas cosas que nos une es la pasión por nuestros equipos de fútbol. En noviembre del mismo año yo le pedí pololeo y a fines del 2016 dejé mi trabajo en Viña y me vine a vivir a Santiago, con él. El próximo martes 13 (hoy) cumplimos un mes de casados”.
“Durante nuestro pololeo comenzamos a ir al estadio, a alentar a wanderito o a Valdivia. Acompañé a Rodrigo a varios lugares cuando Deportes Valdivia quería el ascenso y salir de tercera. Lo vi vibrar y sufrir. Nos conocimos en Valparaíso, Rodrigo llegó a nuestra primera cita con la camiseta de Deportes Valdivia. Con el tiempo le pregunté por qué la usó ese día. Respondió que era su cábala. De despedida de soltero prefirió ir a ver un partido al parque donde siempre juega Valdivia. Nuestros novios de torta eran con las camisetas”.
¿Es primera vez que van al estadio como “rivales”?
“Siempre vamos al estadio, cuando juega Valdivia o Wanderers. Es la segunda ocasión de ir como “rivales” porque por distintas situaciones no habían coincidido los tiempos para la primera rueda del campeonato. He ido tomándole con el tiempo, cariño a Valdivia por mi parte y a Wanderers por parte de mi esposo”.
¿Fueron con las camisetas de sus respectivos equipos?
“Sí, cada uno tiene camisetas de sus equipos, yo tengo la mía, me la regaló Moisés Villarroel y una que me regaló mi papá. Rodrigo se compra todos los años la camiseta de su equipo”.
¿Fue muy complicado el ingreso al estadio?
“No, pero Carabineros nos “sugirió” que Rodrigo se pusiera la camiseta de su equipo dentro del estadio y que al salir, se la sacara”.
¿Crees que corresponde tanto control de Estadio Seguro o es innecesario?
“Si, es bueno que controlen. El problema es que Estadio Seguro no tiene el mismo control con las barras bravas, son muy estrictos con las familias y el verdadero hincha y muy manga ancha con los delincuentes. Lo vivimos siempre que vamos al estadio, especialmente cuando vamos al Elías Figueroa y al Monumental. Pareciera que la forma en que las autoridades quieren controlar la violencia es poniendo trabas para que la gente no vaya al estadio, lo cual vimos esta semana donde un partido de estas características es programado a las seis de la tarde un día laboral, o sea el objetivo con esas medidas es que no vaya gente y así, según su lógica, se evitan problemas. Incluso nos han botado bloqueadores solares cuando los partidos son temprano, nos impiden lucir nuestras camisetas cuando la visita lleva menos público y queda en evidencia el consumo de marihuana, alcohol, pirotecnia y a nosotros nos revisan minuciosamente”.
Finalmente, tú quedaste contenta..
“Jajaja, si, mi Rodrigo con una cara de frustración, no quería celebrar los goles, fueron cuatro, pero vimos juntos el partido y llegamos al acuerdo que según el que ganara, lo vamos a apoyar asistiendo al estadio”.
LEE TAMBIÉN:
También podría interesarte: En Valdivia no pierden el tiempo: con espectacular promoción comenzó la campaña de abonos 2019
Las variantes tácticas resultaron a la perfección en Santiago Wanderers: “El control del juego lo tuvimos siempre”