Juan Pablo Abarzúa es uno de los jugadores del actual plantel de Deportes Puerto Montt, más querido por la hinchada albiverde. Y como no, si integró el plantel que en la temporada 2015-2016 le dio el ascenso a Primera B a los delfines y al año siguiente estuvo a un paso de ascender a primera.
Se lo ha ganando, siendo una pieza fundamental en el mediocampo del elenco sureño. En la época de Erwin Durán era considerado un jugador clave, rol que no ha perdido con el arribo de Óscar Correa. Los números así lo ratifican: ante Deportes La Serena esta tarde, cumplirá 100 partidos con el escudo del delfín en el pecho. Histórico.
“Desde que llegué lo hice con la ilusión de jugar y crecer como persona y jugador. Van tres años, han sido gratos momentos, me ha ido bien, cumplir 100 partidos hoy es una alegría inmensa, hay pocos jugadores que alcanzan tantos partidos en algún club, me siento un privilegiado”, comenta Abarzúa desde el sur a www.primerabchile.cl.
En su estadía en la institución profesional más austral del mundo, Abarzúa ha conocido la gloria y la decepción, emociones que lo han hecho crecer. Los recuerdos llegan rápidamente a la memoria.
“El más bonito fue el ascenso que conseguimos de Segunda División Profesional a Primera B, el primer logro de mi carrera, un grato momento que sin duda estoy feliz de haber conseguido. No quedamos más de cuatro jugadores de los que salimos campeones en ese instante, me siento parte de la historia de este hermoso club”.
Claro, el fútbol regala alegrías, también sinsabores, como el que le tocó vivir en la definición por el ascenso a primera frente a Everton. “Estaba aún más triste por haber salido expulsado y no disputar la final acá en el Chinquihue, a estadio lleno, con un marcador adverso. Más que el partido fue la situación en la que me encontraba, por un error infantil que cometí en Viña no pude jugar la vuelta y perjudiqué al equipo, estuve mal por eso”.
Pero al margen de ese yerro, el mediocampista sabe que la hinchada le profesa respeto y cariño. Lo agradece sin ambages y busca retribuirlo con lo que se le exige siempre a un futbolista: rendimiento. ” Vas en la calle, en el mall, en el centro y la gente te saluda con gran cariño y afecto. Trato de devolver lo mismo en la cancha, a veces no andas bien con la pelota pero no puedes tranzar el correr, meter, eso la gente lo agradece, mi característica es ser guerrero e ir adelante”.
Agrega que se siente un “puertomontino más” y desde ese lugar le ha tocado convivir con los difíciles momentos económicos que atraviesa la institución; también con la llegada de un goleador de la talla de Sebastián Abreu. Contrastes del fútbol.
“Desde el primer día lo dije, estaba agradecido del fútbol por la oportunidad de compartir con un referente mundial, fuera de la cancha es una gran persona, te aconseja y dentro de la cancha es un técnico más, te dice para donde tienes que moverte, que es lo que tienes que hacer, te apoya. Tiene una mentalidad muy ganadora, hasta en los entrenamientos le gusta ganar los reducidos, hay mucho que aprender de él”.
“Estamos en una incómoda posición, La Calera está a seis puntos de nosotros, con esos seis puntos que perdimos por secretaría, estaríamos a 12, no tranquilos pero no tan preocupados, situaciones que no tienen que ver con nosotros, en campeonatos pasados hicimos bien el trabajo, salimos adelante ante todo y que te quiten puntos por un no pago de sueldos, te enoja, te molesta, no queda otra que ganar esta fecha y las que vienen”.
Con uno de sus pilares cumpliendo 100 partidos con la albiverde y el retorno de Abreu como novedad principal, Puerto Montt se apresta para un duelo fundamental. Convertir su gol 18 con los delfines y sobretodo un triunfo de su escuadra; el marco que falta para que la fiesta sea completa.
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