Si se analiza el discurso del plantel de Cobreloa, todas las semanas es lo mismo. Hay qye trabajar para salir del momento, tenemos equipo para más, cometimos los mismos errores y un largo etc. Seguramente esta semana en Calama, las declaraciones serán similares.
Pero no hay caso, no hay respuestas y la hinchada está al menos, atónita. Como dar la vuelta a una situación que jamás en la historia de Cobreloa pudo imaginarse. Porque hasta el peor agorero hubiese quedado corto para describir lo que hoy vive el club naranja, otrora grande no solo de Chile, hablamos de un gigante sudamericano.
Definitivamente, la época de gloria quedó atrás. ¿Definitivamente? ¿Deberán resignarse los seguidores loínos o hay tiempo para revertir esta situación, dejar atrás el desastre y volver a creer?
Escribir y narrar lo que sucedió en el sintético de Copiapó sería fácil. Suena a plagio si se revisan otras notas de la campaña naranja. Goles perdidos y errores defensivos. Simple, hoy el club es un desastre por donde se le mire, basta recordar que no se sabe donde fueron a parar los 400 millones por la venta de Alexis Sánchez. Así de simple, se extraviaron 400 millones. Así se pierden los clubes…
Los goles de Nicolás Suárez y Eduardo Pucheta quedaran para el registro, ese registro negro que hoy los hinchas de Cobreloa de seguro quieren borrar por completo. Lo de este año no es una mancha en la historia minera, es derechamente una afrenta.
Fotografía Camilo Inostroza.