Por Fabiola Torres/@faletalma
Un partido que se esperaba, no era disputa del título, pero se enfrentaban los equipos que ocupan los últimos lugares de la tabla, los tres puntos imperiosos de conseguir. Unión La Calera como local no podía dejar escapar la oportunidad de sumar, para seguir con la esperanza de alejarse del implacable descenso.
Decimotercera fecha, partido que además de lo deportivo, tenía ribetes especiales, consecuencia de lo acontecido en el cotejo pasado entre hinchas cementeros y gente de San Luis en las afueras del estadio. Por ello, solo se permitió asistentes con entrada de cortesía, 450 para el local y 50 visitas entregadas hasta el día anterior.
En definitiva, 176 personas controladas y muchos sin la posibilidad de entrar pues ni siquiera se sabía quién repartía los boletos. Como si fuera poco, una increíble disposición de fuerza policial. Probablemente, si esta disposición hubiese sido siempre no se habrían desarrollado los incidentes que al final solo perjudicaron los caleranos.
Por su parte, Ñublense se presentaba con un entrenador interino, Rubén Espinoza y bajo rumores sobre la posible llegada de Emiliano Astorga. Pero hay cosas que no cambian, los cementeros comienzan el partido y solo en tres minutos, repetida desconcentración, pelota que devuelven de mediocampo compromete a la defensa, jugada por la izquierda centro al área y Sebastián Páez no perdona. Con el marcador en contra, el local trata de generar fútbol, por momentos mucho mejor que Ñublense, aunque aparecen los problemas de siempre y no concretan en última jugada.
En los 21′, en una jugada para guardar en la memoria, recibe fuera del área Ferreyra sin dejar caer el balón, ve adelantado al portero y saca un hermoso tiro que termina al fondo de la red, desatando un grito de gol contenido. Era el empate, que inyectó de energía a los caleranos, pues intentaron juntar bloques de ataque, proponiendo más y aprovechando espacios de una visita que poco y nada mostraba hasta ese momento. Mereciendo más el cuadro local, se fueron al descanso con el joven Pedro Sánchez perdiendo en dos oportunidades la posibilidad de aumentar.
Asi, comenzaron los segundos 45′, entre amarillas, juego brusco y más ganas que fútbol de ambos equipos. En esa tónica llegaría el segundo golpe visitante. En una jugada de mediocampo, pelotazo al área que deja picar Berríos, todo lo aprovecha Páez quien recibe infracción de Collao, sancionando penal el juez. 66′ de juego y el mismo Páez no perdona y pone el segundo para los “Diablos Rojos”, balde de agua fría para Unión La Calera que sintió en demasía el gol. Ya sobre el final, Ñublense casi consigue colocar el tercero con dos contragolpes que obligaron al lucimiento de Paillaqueo.
De este modo, Unión La Calera se queda en el último lugar de la tabla, acaba de cederle tres puntos de ventaja a su rival y se posiciona cada vez más, como el gran candidato al descenso. No solo lo deportivo no funciona, también la suma de problemas extras que reciben día a día por parte de la administración y que la hinchada identifica, ya que su apoyo sigue siendo incondicional al grupo de jugadores.
Los sureños en tanto se llevan tres puntos de oro, que no solo los alejan del fondo, también les da una semana para trabajar con otra disposición, esperando el arribo del nuevo entrenador que sin duda traerá la misión de remontar posiciones.
Fotografía gentileza www.efectocementero.cl
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