Por Fabiola Torres
El estadio Lucio Fariña seria el escenario de un cotejo con varias particularidades. El local Unión La Calera como colista del campeonato, recibió en su último encuentro una goleada que agudizaba la crisis futbolística de los cementeros.
La situación de San Marcos de Arica diametralmente opuesta, es el sublíder de la tabla, un equipo afianzado que trae en sus filas ex caleranos sumando el nuevo cuerpo técnico de Ariel Pereyra, un emblemático de los rojos.
Ambas escuadras dieron todo por los tres puntos ante un público de 594 personas, prueba tangible del desencanto del hincha con la paupérrima campaña cementera. La novedad en los rojos fue la reaparición de Christian Collao, el talentoso volante hace siete meses que no vestía la camiseta roja. Pieza importante por ende se lamentaba su ausencia.
Los cementeros sorprendieron desde el primer minuto, la intensidad y propuesta del juego, hizo que los ariqueños se defendieran de las embestidas caleranas. Al minuto una llegada por la derecha casi abre el marcador. Se vislumbraba que no sería tan fácil para la visita. Asimismo los términos permisivos del árbitro Felipe Jara tampoco ayudaban al encuentro que se jugaba con fuerza. En los 22′ Serrano y en los 25′ Méndez recibían las primeras amarillas, una de ellas con mayores consecuencias.
El dueño de casa buscaba por las bandas y el juego asociado, desapareciendo la supuesta diferencia futbolística, evidencia de que el torneo de la Primera B es muy parejo y las motivaciones pueden hacer aparecer lo mejor de cada uno.
Transcurre el primer tiempo y siguen las oportunidades de abrir el marcador para los cementeros. San Marcos, descompuesto, pierde sobre el final del primer tiempo a Sebastián Méndez por una fuerte entrada sobre Sen. Los “Bravos”, tal como la semana pasada tendrían que lidiar con un jugador menos durante todo el segundo tiempo.
La frase recurrente en el fútbol, se gana con goles no por merecimiento, se haría presente en la segunda parte. Los dirigidos de Lovrincevich seguían presionando, pero una desinteligencia de Unión La Calera y el ingresado Cristian Neculñir a los 78′ hace explotar al puñado de hinchas nortinos. Volvían todos los fantasmas caleranos.
En la última parte, los cambios fueron la tónica de ambas escuadras, pero Lovrincevich se juega la opción con Cisterna y Ferreyra para ir por el empate. Su movida daría frutos cuando en los 86´ cuando una falta fuera del área sobre Marinucci, es ejecutada por Cisterna quien clava el balón en el ángulo, dando paso a un hermoso gol que devuelve el alma a los cementeros y a su hinchada que no para de alentar y de cierta manera pone las cosas en orden.
El empate puede que no sea lo que se merecía Unión La Calera, pero de alguna manera pueden retomar la confianza. Hay material para ir por los puntos que le permitan salir del fondo de la tabla y lo más importante las motivaciones personales y colectivas, el aliciente para ir por Iberia en el próximo encuentro.
Por su parte los ariqueños trabajar e ir transmitiendo en lo concreto la idea del “fantasmita” Pereyra, para no dejar puntos en el camino, el objetivo mayor que es ir por el ascenso y para eso los errores se deben reducir. Curicó Unido, en lo que será una final, es su próximo oponente.
Estadística
Fotografía www.efectocementero.cl