Por @faletalma
El último partido de la duodécima fecha, como siempre en día y hora poco atractivo para la asistencia, se enfrentaban dos equipos muy necesitados de puntos. Unión La Calera, imperiosamente necesitaba sumar de tres; su posición en la tabla no dejaba margen y los sanfelipeños que venían en caída libre por lo que no podían dar ventajas.
La hinchada local, que es fiel a un equipo tan irregular como el anfitrión, fue ahora acompañada en otro lado del estadio, por un puñado de niños del Refugio de Cristo, como nueva alianza de spónsor. Con su entusiasmo, sin duda, eran los más animados del encuentro; en total 672 asistentes.
En lo futbolístico, simplemente para los cementeros, un primer tiempo para el olvido, a los 8′ una jugada por la banda derecha que termina con un centro a Matías Sen al segundo palo, solo frente al arco y de cabeza pierde con un desvio la oportunidad no solo de abrir el marcador si no de haber sacado esa ansiedad y nerviosismo del equipo.
San Felipe después de eso, dominó todos los bloques, no dejó jugar y aprovechó a los rojos, prácticamente dormidos. La experiencia de Droguett y la habilidad de Campos López no daban tregua al intento de juego del local.
Así, solo era cosa de tiempo. En los 15’ Alfio Lorenzo anotó para los del Aconcagua, dando un golpe que sintieron los rojos, lo que vino después era un equipo fantasma sin reacción. San Felipe se vio con las licencias y solo debía ser efectivo. En los 33’ Bryan Valdivia puso la segunda diana, merecido por un buen juego permitido por los caleranos que simplemente estaban noqueados psicológicamente.
En el entretiempo el café debió ser más que cargado, los muchachos de Lovrincevic salieron a demostrar que aún podían pelear los puntos; iniciaron con dos cambios: el ingreso del juvenil Vergara le dio otra dinámica al bloque ofensivo y Torres para dar una mejor transición, era todo en contra, pero cuando se quiere se puede. En los 54′, el capitán de los caleranos como siempre en momentos difíciles, dio una inyección de energía y con un cabezazo limpio y fuerte, como es su sello, anotaba e inquietaba los sanfelipeños.
El 2-1 siempre es peligroso… Collao creció enormemente en esta segunda etapa y se hizo dueño del mediocampo, no pudo haber otra consecuencia que la mejora del equipo rojo. En los 13’, Leonardo Marinucci no perdona en el área y hace desahogar un grito de gol que pone la paridad.
En el otro lado, los del Aconcagua no demostraron jerarquía para defender la distancia en el marcador, sintieron los golpes, perdieron seguridad y dinámica, aunque lograron generar ocasiones que en las que podrían haber aumentado, pero el dueño de casa estaba decidido a ir por los tres puntos. Paillaqueo con dos atajadas, se lució dándole la confianza necesaria a sus compañeros para seguir buscando.
Final del encuentro, se reparten puntos. Unión La Calera, según declaraciones posteriores, deja escapar dos unidades; un primer tiempo para el olvido, aunque revertir lo que se vio en primera instancia, da la fuerza para trabajar y seguir teniendo la esperanza de alejarse del fantasma del descenso. San Felipe, sigue en deuda y debe trabajar para ser protagonista en el transición.
Fotografía: www.efectocementero.cl
