Por Marco Lantermo
Ayer se vivió una batalla campal, pero de futbol, garra, pasión, corazón y profesionalismo. En el estadio Germán Becker de Temuco se vio cómo se debe vivir el fútbol. Libraron una brega sin contemplaciones Deportes Temuco y Club Deportes La Serena. Ganó el local sin apelaciones, no obstante en el global, los papayeros se impusieron por 5 a 4, logrando el paso a la final de la liguilla del Campeonato de Apertura de la Primera B. El próximo obstáculo será Everton de Viña del Mar en partidos de ida y vuelta.
La tarea era difícil para el anfitrión. Si bien durante la semana se mentalizaron para dar vuelta un marcador sorpresivo y abultado, los nervios les jugaron una mala pasada durante el primer tiempo. Deportes La Serena fue más: dominó las acciones, abrió la cuenta por medio de un cabezazo certero de Lucas Campana a los 38 minutos y jugó ordenadamente. Sin embargo, un error en la defensa hizo que Mario Parra tocara el balón con la mano en el área granate y Roberto Tobar no dudara en cobrar penal, que Sergio Comba convirtió a la izquierda del portero Elias Hartard cuando ya finalizaba la primera fracción.
El complemento se vivió con dientes apretados. De entrada, Roberto Tobar expulsó, por segunda amarilla, a Lucas Campana por simular una supuesta infracción. Esto complicó al cuadro granate, quedando con 10 jugadores.
Al igual que en el partido contra Santiago Morning, los papayeros se refugiaron aguantando el marcador y entregando la cancha al local. Esto generó que a los 67 minutos Arturo Sanhueza sembrara la esperanza en un desorden en el área visitante, en que el ex albo fusiló a Hartard. La presión era insostenible, era un monólogo de Temuco, un centro rasante al área sobre otro. Hasta que en el minuto 75 Sergio Comba logra el 3 a 1 en dudosa posición.
A esta altura la cancha del German Becker era una caldera. Los de la novena región buscaban por cielo, mar y tierra batir la valla serenense. A falta de cinco minutos para terminar el tiempo reglamentario, Luis Musrri decide refugiarse aún más cambiando delantero por defensa, entrando Guajardo por Briceño. Antes ya había entrado Mauricio Gómez por Miguel Aceval a los 74 minutos, Jaime Soto por Francisco Piña a los 66 y Mario Pardo por Joaquín Aros a los 49 en Temuco. En La Serena, Joaquin Montecinos entró por Cristóbal Marín a los 73 y casi al final del encuentro, luego de la expulsión de Sebastián Domínguez en Temuco, por agresión a Jovany Campusano, ingresó Enrique Carvajal por un exhausto Mauricio Salazar.
Deportes La Serena logró aguantar la diferencia mínima de un gol hasta que en los cinco de descuento, Roberto Tobar dio por finalizado el encuentro, desatando la euforia de los granates.
Lo vivido ayer en el Estadio Germán Becker fue, realmente, de infarto e incluyó de todo, hasta una particular visita de Marcelo Salas al camarín de los jueces. El cuerpo técnico visitante defendió a los “cabros chicos” (7 jugadores de las divisiones inferiores en cancha, la mayoría muy jóvenes) de los insultos de la banca rival, ver a Jovany Campusano con un ojo morado, a Mario Briceño con la cara cortada, a Arturo Sanhueza sangrando y dejando todo en el campo de juego, ver guerreros luchando como lo hicieron ayer, es saber que nuestro fútbol no está muerto. Aún hay esperanzas de que se puedan revertir los hechos lamentables ocurridos en Valparaíso.
Temuco supo perder, no hubo escándalos. El ganador celebró al término del partido. Llegaron al hotel cantando el tradicional “y vamos Club Deportes, y vamos Club Deportes” dejando en claro que la verdadera cara del futbol todavía vive y debemos atesorarla.
Fotografía www.diarioeldia.cl