Corría el año 2011 y Rangers, luego de un excelente campeonato de Apertura, en el que finalizó segundo con 39 unidades, una menos que el líder Deportes Antofagasta, estaba enfrascado en una crisis futbolística: sumaba siete fechas sin ganar y la opción de dar caza a los “pumas” era cada vez menos accesible.
Pero los piducanos tenían una final que jugar en caso que los nortinos se quedaran con la tabla general como así aconteció. El sistema de campeonato lo colocaba ante el campeón del Clausura, Everton: el ganador de esa final, ida y vuelta, se iría a primera.
Con la misión de levantar al equipo y sobretodo ganar esa definición, la propiedad del club, por entonces en manos de los hermanos Ricardo y Sebastián Pini, optó por entregarle la dirección del equipo al argentino Gabriel Perrone, de reconocida carrera, especialmente en el fútbol ecuatoriano.
El trasandino cumplió la misión, empató 1 a 1 en Talca y cuando el favoritismo se inclinaba para los ruleteros, en Viña, con 10 hombres, hizo la gracia: igualó 3 a 3 y por goles de visita se fue a primera división. Hoy, tras la salida de Leonardo Zamora, su nombre vuelve a circular como aspirante a la banca de los rojinegros.
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“Del club nadie me habló, solo un empresario diciéndome que Rangers buscaba DT”, cuenta desde Argentina a Primera B Chile, el mencionado estratega Gustavo Perrone. “Todo depende de las charlas que uno tenga con los dirigentes, me interesa dirigir primera (primer equipo)”, agrega.
En que en estos momentos, el trasandino está concentrado en un proyecto de cadetes en el River Plate que comanda Marcelo Gallardo, dirigiendo una categoría y supervisando el área metodológica de las inferiores de los millonarios.
Eso sí, no niega que guarda un más que grato recuerdo del equipo que ascendió en 2011. “Llegar a un equipo que estaba mal, que no podía ganar y con la posibilidad de jugar una final por su posición en la primera rueda. Se pudo dar esa final, se terminó logrando el ascenso cuando pocos creían en el equipo y su levantada y más que era contra Everton, el campeón de la segunda etapa. La felicidad por ese ascenso es imborrable”.
No ha sido llamado, pero la puerta parece estar abierta, como él mismo lo reconoce. En las próximas horas podría haber novedades en la banca piducana.
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