La temporada 2021 con la camiseta de Deportes Copiapó, ha marcado un renacer futbolístico para Fabián Núñez. El delantero alcanzó a estar dos años en Rangers de Talca y lo pasó mal: el 2019 el equipo peleó abajo; el 2020 la relación con Luis Marcoleta, estratega de los piducanos, estuvo lejos de ser de las mejores.
Así lo reveló el atacante en un extenso diálogo con Primera B Chile, a través de nuestro programa en Facebook Live. Consultado específicamente por su estadía en los piducanos, contó que una compleja lesión primero y una difícil convivencia con el entrenador en el segundo año, mermaron significativamente su rendimiento.
“Valoro y escucho la molestia del hincha de Rangers que esperaba mucho de mi, no me sorprende eso porque yo sabía lo que podía entregar. Cuando terminé en Santiago Morning y se me dio la posibilidad de ir a Rangers, tampoco lo pensé, es un equipo muy grande de la región, que marca mucha presencia en la historia”, indicó de entrada el “Zombie”.
Luego detalló los problemas físicos que presentó el primer año. “Terminé en Santiago Morning con una lesión, tipo pubalgia, conversé con el cuerpo técnico, en ese momento estaba Cristian Arán, me hicieron un trabajo que querían como apurarme, yo quería tomármelo con calma, había firmado bien, dije, vamos a tomar el tiempo con tranquilidad, sabiendo que puede pasar cualquier cosa, me equivoqué, me apuraron me acuerdo en los primeros entrenamientos, una pretemporada que fue bien extensa y me dio una pubalgia que me limitó mucho“, expuso.
“Cometí un error, me quise apurar, por el ambiente de la gente, por el cariño de la gente cuando llegué ahí, me dejé guiar por el ímpetu, por las ganas y mi rendimiento no estaba óptimo. Desgraciadamente, tuve como cinco meses de pubalgia, algo que no se lo doy a nadie”, añadió.
Una compleja relación con Luis Marcoleta
Para el 2020, arribó a Rangers, el entrenador más ganador de la Primera B, Luis Marcoleta, quien fue visto como una especie de salvador para llevar al equipo a primera división. La realidad estuvo lejos de ser esa y el técnico se fue al año y medio con un rotundo fracaso.
Para el atacante, la llegada de Marcoleta supuso un desafío. “Terminó el primer año, un año para el olvido por como se nos dio la situación, me llama el profe Marcoleta, me dice que él va a tomar el equipo, que quiere que yo esté en el club… me dijo que iba a ser la segunda o tercera opción del plantel en este caso, acepté el desafío”.
En ese contexto, reconoció que en un principio, las cosas marcharon bien pero con los resultados negativos, llegaron los inconvenientes. “Habían rendimientos muy buenos, él también tenía sus jugadores que él llevó, que conocía mucho mejor que a mí, les dio la continuidad y no le fracasaron, de hecho, Alfred (Alfredo Ábalos) anduvo muy bien, había jugadores que agarraron continuidad y es muy difícil de repente que en 15 minutos que te toque jugar, el hincha te pide que entres y hagas tres goles, vas perdiendo 2 a 0 y tienes que dar vuelta el marcador porque si no, no sirves para el equipo, desgraciadamente comenzaron a pasar esas cosas”.
Y ahí vino lo más duro. “Ya los últimos seis meses con el profe fueron para el olvido, me hacía pasar cosas que yo nunca en mi carrera pasé, prácticamente después no había relación con él, nunca le falté el respeto, de hecho, nunca he hablado esto, primera vez que lo estoy hablando, no me complica porque en el fútbol uno de repente tiene que vivir todas esas cosas, desgraciadamente las viví en Rangers y la gente no sabe lo que yo viví allá, la gente se basa en el rendimiento y es obvio, paga su entrada… es parte de la crítica del fútbol“.
“Ya después no tenía cabida con el profe, prácticamente hubo un momento en que no hacía ni fútbol, estaba fuera de los 22, me tocó pasarlo mal allá, más con todo el tema de los hinchas, lo que había pasado, vienes de tres o cuatro partidos ni siquiera haciendo fútbol y cuando se lesionan dos o tres jugadores, que me tocó la oportunidad, se me acerca y me dice, te toca jugar, “perfecto le digo””.
Asegura que también pidió ser considerado en su posición natural. “Yo siempre critiqué mi situación porque yo siempre quise jugar de perfil cambiado, mi posición en Santiago Morning, Cobresal, siempre me gustó jugar de puntero izquierdo, de hecho, años que llevo jugando ahí y el profe no me ponía ahí, el profe Marcoleta jugaba con el Nico Rivera que era puntero y yo que jugara por derecha y yo le decía profe, mi oportunidad yo la quiero donde yo creo que le puedo rendir a usted, si usted me hace jugar en mi posición y no le rindo, eso ya es problema mío y yo me voy a bancar las consecuencias, una vez me metió de nueve falso”.
“Me hice la autocrítica, no es excusa para nada, uno también tiene que tener esa variante, pero cuando ves que el respaldo del técnico no es para uno como es para todos, es muy difícil rendir dentro de una cancha”, detalló, dejando entrever que no se medía a todos con la misma vara.
¿Había regalones? “No regalones pero si personas que tenían un margen mayor que uno…no sé si regalones es la palabra porque los técnicos de por sí tienen jugadores que confían un poco más y está bien“, cerró Núñez.
Puedes revisar la entrevista completa aquí.
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