No hay caso con Deportes Puerto Montt este 2018. Parecía que el equipo le había tomado la mano a la idea de Luis Landeros pero las últimas dos derrotas, primero frente a Barnechea y especialmente este sábado ante Unión San Felipe, volvieron a llenar de dudas a la parcialidad albiverde, que calificó de equipo “sin sangre” al cuadro que se inclinó ante el Uní-Uní.
El primer tiempo fue parejo y con pocas oportunidades de gol para ambos elencos. En ese escenario, el desequilibrio llegó de la única forma que podía darse, a través de balón parado. En los 8′ de juego, el argentino Hernán Becica clavó un impecable tiro libre que dejó sin opciones al golero Andrés Fernández. Fue lo más destacado de la fracción inicial.
Se pensó que en el complemento, el “Velero” saldría a matar. Fue todo lo contrario. Unión San Felipe se impuso en todas las líneas y ya en los 47′, Emmanuel Pío de lanzamiento penal, tras mano de Wladimir Herrera, dejaba el marcador en tablas.
Los delfines aún no se reponían de este duro golpe cuando en los 50′, Jimmy Cisterna, uno de los buenos valores del elenco del Valle del Aconcagua, aprovechó un pivoteo de Héctor Vega y dio vuelta el marcador. Puerto Montt no se levantaría más.
Con rendimientos indivuales bajos, el dueño de casa no encontró caminos para acercarse al arco de Fernández. En el otro lado, San Felipe seguía haciendo daño. Así fue como en los 62′, Hécto Vega aprovechó un balón parado ejecutado por Pío y sentenció el 3 a 1.
En los minutos finales, la visita estuvo mucho más cerca de estirar diferencias, pero Fabián Moyano lo evitó en dos oportunidades, salvando en algo el honor al negarle una goleada al cuadro albirrojo. Unión San Felipe vuelve a quedar en una posición expectante, si mañana ganan Wanderers y Magallanes, serán colistas.
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