El fútbol chileno atraviesa uno de sus momentos más complejos desde el punto de vista financiero. En 2021, Warner, la empresa que durante años fue propietaria del Canal del Fútbol y que tenía los derechos de televisación de las competencias locales, demandó a la ANFP por incumplimientos contractuales en 2019 y 2020. En esos años, la cantidad de partidos disputados estuvo muy por debajo de lo estipulado, debido en primera instancia al estallido social y, posteriormente, a la pandemia de Covid-19, circunstancias que alteraron gravemente el calendario.
El reclamo de Warner derivó en una demanda que estableció una indemnización millonaria que la ANFP debe pagar. El Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago falló en contra de la ANFP, condenándola a desembolsar más de 34 mil millones de pesos, monto que incluye una suma principal y los intereses generados hasta el pago efectivo de la deuda.
Además, este lunes la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de nulidad presentado por la ANFP, confirmando la sentencia arbitral que obliga a la asociación a pagar la millonaria indemnización a Warner. Esta resolución representa un duro revés para la entidad y refuerza la urgencia de encontrar soluciones inmediatas para afrontar la deuda.
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¿Vuelven los playoffs? La ANFP evalúa cambiar el formato del torneo para hacer frente a millonaria deuda
Ante este panorama, y según informó La Tercera, la ANFP ha comenzado a evaluar distintas alternativas para enfrentar la crisis y evitar un colapso financiero. Entre las opciones más concretas destaca la posibilidad de modificar el formato del torneo nacional, aumentando la cantidad de partidos a disputarse. Para ello, se contempla abandonar el esquema de torneo largo vigente en los últimos años y retornar a un sistema de certámenes cortos con playoffs, modalidad que estuvo vigente hasta 2012.
Esta propuesta contempla también la creación de una tabla acumulada que serviría para definir los clasificados a las competiciones internacionales, exceptuando aquellos equipos que obtengan clasificación directa por ser campeones de sus respectivos torneos semestrales. Además, se plantea instaurar una Supercopa que seguiría el modelo de las ligas europeas como España e Italia. Este torneo enfrentaría a cuatro equipos: los campeones de cada semestre y el campeón y subcampeón de la Copa Chile, generando un evento adicional que podría atraer interés y generar ingresos.
Estas medidas buscan no solo cubrir la millonaria deuda con Warner mediante un mayor número de partidos, sino también reactivar el interés del público hacia el fútbol chileno, que ha visto afectados sus ingresos y su funcionamiento tras años de crisis y dificultades.
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