En la tarde de este lunes, en declaraciones a radio ADN, el director técnico de Cobresal, Gustavo Huerta, reveló que sus jugadores estaban entrenando en cancha, divididos en grupos y con todas las precauciones del caso, aprovechando que El Salvador no presenta casos de COVID-19.
El hecho que Cobresal pueda realizar esta modalidad de prácticas no significa que la vuelta del fútbol esté próxima. Por el contrario, las estimaciones siguen proyectando un retorno aún lejano y siempre dependiendo, de las directrices del Ministerio de Salud.
Si en algún momento se pensó que se podría jugar en mayo, hay que ir bajando esa cortina. En junio tampoco se competiría y el escenario más optimista es julio. Agosto y septiembre son los meses a los que apuntan los más escépticos.
“Pensamos en una paralización de esa magnitud, tranquilamente pueden ser cuatro meses“, indicó el gerente general de Unión Española, Luis Baquedano, según consigna El Mercurio.
Mirando el calendario, se visualiza un segundo semestre muy apretado y no se descarta que el formato de campeonato deba cambiar. “Si las condiciones sanitarias permiten volver a jugar en julio sería fantástico porque aún estaríamos a tiempo para retomar el campeonato, aunque con algunas restricciones en las fechas“, agrega Baquedano. “Si es en agosto se nos complicaría un poco y habría que definir un formato diferente”, añade.
Desde Universidad de Concepción, su presidente Mario Parada asume que deberán realizar algunos sacrificios. “Una de las fechas que se estima para volver es en agosto y eso significaría jugar en 14 miércoles, lo veo poco factible”.
Por último, Cesare Rossi, quien incluso estima que en septiembre se podría volver a jugar, expone que “pase lo que pase, esta situación va a ser difícil para la economía de los clubes, sin excepción”.
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