Son varios los desafíos que están enfrentando los clubes nacionales como consecuencia de la pandemia de Covid-19 que ha llevado al fútbol a una extensa paralización: son prácticamente cuatro meses sin jugar.
Además de todos los protocolos que deben cumplir los clubes, hay equipos que están enfrentando otros problemas. En la Primera B, Ñublense por ejemplo, no tiene claro si podrá contar con el estadio Nelson Oyarzún para cuando regrese el fútbol. (Se piensa en mediados de agosto como posible fecha para retomar las competencias).
En el recinto en el que suele hacer de local el cuadro rojo, opera hoy un hospital de campaña, instalado por el Ejército para fortalecer el sistema de salud de la Región del Ñuble y hacer frente de mejor forma a la pandemia.
Por lo mismo, la directiva de Ñublense ya tiene preparado un plan B, en caso que el estadio no esté disponible. Por ahora, las opciones que manejan van desde Santiago a Concepción, como escenarios para jugar de local, recordando además, que el regreso del fútbol será sin público.
En primera división también hay un equipo que deberá buscar alguna alternativa. Se trata de Deportes Iquique, ya que el Tierra de Campeones también fue habilitado para recibir pacientes contagiados de Covid-19.
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