Desde el 25 de septiembre de 2016 que Cobreloa no sabía de abrazos. El cuadro calameño goleó en aquella oportunidad a Rangers de Talca por 4 a 0 con anotaciones de José Pablo Monreal, José Luis Silva, Koob Hurtado y Arturo Sanhueza e insinuó una recuperación de la mano de César Bravo.
Sin embargo, se trató solo de un espejismo. La brújula se extravió nuevamente y el plantel naranja no encontró el norte. Empates con Deportes Valdivia, Curicó Unido, Unión La Calera y derrotas ante Santiago Morning y Deportes La Serena constituyeron el pálido registro con el que arribaban al choque de este domingo frente a Puerto Montt, otro cuadro de magro semestre.
Pero sacaron la tarea adelante. Con nuevo técnico – César Bravo dio paso al arribo de su ex ayudante Rodrigo Meléndez – los loínos sumaron de a tres y tomaron algo de aire tras un semestre que ha sido del terror, tanto dentro como fuera de la cancha, con problemas futbolísticos pero también institucionales.
357 minutos debieron esperar para volver al gol, para encontrar alivio y darle un poco de aliento a la atribulada hichada naranja que ayer no alcanzó a las 2 mil personas. Poco para el otrora cuarto grande del país, el gigante de región, pero al menos cen esta oportunidad cumplieron.
En los 35′ de juego llegó el esperado festejo. Antes ya había avisado Monreal pero Moyano logró evitar la apertura de la cuenta, pero no logró hacer lo mismo ante un furibundo disparo de volea de Matías González, quien capitalizó un rebote luego de un intento de Pablo Parra. Golazo.
En el complemento, Deportes Puerto Montt que ha sufrido durante todo el semestre la falta de un goleador buscó cambiar en algo su suerte. La más clara el tiro libre de Juan Pablo Abarzúa que dio en un tubo cuando Cacace se estira todo lo posible para intentar sacar el balón pero no llegaba.
En las tribunas, José Sulantay, quien tiene prácticamente sellado su arribo a Cobreloa, miraba detenidamente el accionar de un cuadro minero que esperaba y resistía, dejando pasar los minutos para que llegara el cierre del partido. Y así fue, Cobreloa volvió a los abrazos y encontró algo de paz en un periodo en que todo se ve muy negro. Deberá trabajar mucho el ex entrenador de la selección chilena sub 20 para revertir la situación, aunque ganando siempre es más fácil.
