Ya está todo definido. A la espera del regreso de los torneos largos a contar de 2018, hay acuerdo para el denominado torneo de transición, respecto específicamente a la fórmula para determinar el ascenso a primera división y el descenso a la segunda división profesional.
En materia promoción a la máxima categoría del fútbol chileno, San Marcos ya tiene un paso dado. Esto porque como ya se sabía, el equipo que resultara segundo en la presente competencia de la Primera B, aseguraría un cupo para enfrentar al campeón del transición en el ascenso. El ganador de esa llave jugará con el equipo de peor rendimiento en primera, considerando la tabla acumulada de la temporada 2016-2017 más el transición.
En caso que San Marcos resulte campeón del torneo de transición se saltará un paso e inmediatamente se medirá con el cuadro que termine último en primera en la tabla ya mencionada. El ganador de esa llave tendrá derecho a jugar en primera división durante 2018.
Zanjado el tema del ascenso, pasemos ahora al descenso, tópico en el que Unión La Calera y Ñublense son los cuadros más complicados. Será más sencillo que el engorroso método para llegar a primera. El último de la tabla acumulada de la temporada 2016-2017 más el transición perderá la categoría.
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