La vida de Luis Marcoleta en Arica no ha sido fácil. Líos con la dirigencia por las redes sociales, con el plantel de jugadores producto de bajos rendimientos, sumado a la tristeza de una ciudad que esperó más de 25 años volver a primera división y que vio a su equipo retornar a la B, en apenas seis meses, golpearon al estratega y al plantel, el torneo pasado, en la serie de honor.
Por ello, su continuidad en el “Santo” parecía imposible consumado el descenso. Por los problemas, por la falta de recursos, por los jugadores, por todo. Pero no fue así. Su proceso se mantuvo y ya comienza a dar frutos.
Hubo limpieza en la escuadra, aunque se quedaron varios históricos como Carrizo, Pedrozo, Briceño, Estay, piezas fundamentales, que logran reordenar la columna vertebral.
El último fin de semana, San Marcos hundió aún más a Deportes La Serena en la Cuarta Región y de paso mostró su capacidad para pelear el torneo. Sumó 13 unidades al igual que Santiago Morning y se ubicó a una victoria del puntero.
Con cuatro triunfos, un empate y una derrota, con el puntero San Luis, por la mínima, como visitante, el cuadro del Morro amenaza y recalca que tiene mucho que decir en este torneo de apertura.
Hay un mérito de Marcoleta ¡por supuesto! Porque ha superado todas las piedras que estaban en su camino. Pero también hay un mérito de los dirigentes, que le dieron continuidad a su trabajo y de los jugadores, que son los que entran, finalmente, a la cancha.
Por esto, ojo con San Marcos porque ya sabe de Primera y si bien su estadía fue corta siempre queda alguna enseñanza. Para mí es un candidato, sin restarle mérito al “Chaguito”, ni menos a San Luis. Porque, parece, que “el Santo”, está de vuelta…
Por Hernán Hernández /@SoyNano5
