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El argentino Ezequiel Cacace tuvo un destacado paso por Rangers de Talca en la Primera B. En 2011, tuvo la gran responsabilidad de ascender junto a a los piducanos en una emocionante serie de dos partidos contra Everton de Viña del Mar, que finalmente favoreció al equipo rojinegro.
Durante 2016 y 2017, Cacace defendió los colores de Cobreloa, antes de regresar al fútbol argentino. Terminó su carrera en 2023, retirándose en el equipo trasandino Colón de Chivilcoy.
El ex guardameta rojinegro amablemente participó en una entrevista con PrimeraBChile, en la que abordó diversos aspectos de su carrera, entre ellos, sus inicios en el fútbol, su paso por el exitoso Vélez de Ricardo Gareca -actual DT de la selección chilena- y ese épico ascenso que aún tienen en la retina los hinchas rojinegros, en una dramática definición ante Everton, en el Sausalito de Viña del Mar.
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¿Qué o quién lo motivó a ser futbolista?
“Desde muy chico que soy apasionado por el fútbol, desde ahí fue mi sueño ser futbolista, creo que es el sueño de la gran mayoría”.
¿Cómo fueron sus años como futbolista profesional?
“Los años de futbolista profesional fueron hermosos, primero porque estaba cumpliendo el sueño de chico. Después de vivir la experiencia de poder jugar de manera profesional tantos años, haber tenido la oportunidad de estar en un plantel que salió campeón del fútbol argentino, como en Vélez 2009 con Gareca para luego ascender con Rangers en el 2011, son cosas que no me voy a olvidar en mi vida”.
¿Cuáles son los recuerdos que usted más atesora como futbolista?
“Recuerdos como futbolista tengo miles, muchas anécdotas. Haber conocido muchísimos grandes jugadores, entrenadores, utileros, staff, eso es lo que más queda cuando uno se retira, el cariño de la gente con la que compartió. Diciendo algo puntal me quedaría con un partido a beneficio en el que fui invitado y jugó Maradona, justo tuve la fortuna de que tuvo que patearme un penal. Después de hacerme el gol me vino a abrazar, ese abrazo para mi fue eterno, inolvidable”.
Ezequiel Cacace reveló la espinita clavada que le dejó su paso por Rangers
¿Qué recuerda acerca de su ascenso con Rangers el año 2011?
“Ese año fue inolvidable en todo aspecto. Era mi primera experiencia fuera de mi país, no conocía mucho al fútbol chileno y creo que haber llegado a Talca y jugar en Rangers fue una de las mejores decisiones de mi carrera. Ese año se armó un grupo espectacular, con grandes jugadores y grandes personas. La unión que existía con la gente del club, utileros (‘Pato’ y ‘Flopy’), kinesiólogo (Miguel), paramédico (José Luis), los administrativos (Anita) y también los dueños estaban muy cerca de nosotros. Se fue creando un gran ambiente gracias también a la gente que tuvo que ir todo el año a vernos a San Javier porque no teníamos el Fiscal. Se generó una identificación tanto de nosotros con ellos como ellos con lo que entregaba ese equipo. Se pudo coronar con esa final infartante y después el festejo desde Viña a Talca coronó uno de los mejores momentos de mi carrera”.
¿Cuál fue el equipo que más lo marcó? ¿Por qué?
“Tengo dos equipos que me marcaron mucho, primero Talleres porque es quien me dio la posibilidad de debutar y ser profesional, y obviamente Rangers que es un gran amor para mi”.
Luego de ascender con Rangers, usted tuvo que volver a Argentina, ¿Considera que fue una buena decisión? ¿Tuvo oportunidad de renovar contrato con Rangers o alguna oferta de otro equipo del medio nacional?
“Si me tuve que volver porque había ido a préstamo sin cargo ni opción de compra, y finalizado el contrato, Vélez decidió que no iba a cederme nuevamente. La verdad que para mi fue terrible porque mi deseo era quedarme a disfrutar de jugar en primera con Rangers, es la gran espina que quedó en mi carrera”.
¿Cómo se sintió su vuelta a Rangers el año 2014?
“En el 2014 es cuando me toca volver. La verdad es que ya tenía el pase en mi poder y fui yo quien busqué el regreso, ya no dependía de nadie y gracias a Dios se dio mi regreso, creo que, si bien no logramos ascender, nos tocó jugar una semifinal de liguilla y personalmente fueron 2 años que tuve muy buen nivel donde pude volver al lugar que tanto quería. Volver a sentir el cariño de la gente que es lo que más me marcó. Después desgraciadamente me tuve que ir sin haber querido, yo nunca me hubiera querido ir, es lo que más me dolió de todo. Lloré varias veces por esa situación, pero sé que en algún momento voy a volver desde otro rol”.
Si se tuviera que quedar con un fútbol, ¿Cuál elegiría Argentina o Chile? ¿Por qué?
“La verdad que cada uno tiene su manera, me gustan los dos, cada uno tiene sus características diferentes, su identidad”.
Hoy por hoy, entiendo que usted sigue ligado al fútbol como preparador de arqueros en La Calera, ¿Qué tal la experiencia?
“Me encuentro trabajando como entrenador de arqueros en Unión La Calera, soy parte del staff del club, una experiencia muy linda que me permitió volver a Chile, donde realmente me gusta mucho volver a encontrarme con gente querida con la que compartí, ya desde este nuevo rol, aportando desde este lado, no es lo mismo que ser jugador. Se trabaja mucho en el análisis, la metodología de entrenamiento, la preparación del entorno, el control de cargas, muchísimos aspectos que como jugador solo uno se ocupa de entrenar y rendir”.
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Fotografía Patricio Arias.
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