Bien Felipe! Así como hemos criticado -sabemos que leerá estas líneas- en esta ocasión nos toca destacar que haya escuchado la voz del pueblo rojinegro. Los abonos estaban caros, especialmente si uno entiende y conoce la historia de Rangers y su gente.
El sector popular, la galería, ha sido por años el que siempre ha estado con Rangers. A todo sol, sin importar cuantos grados hubiese, estoicos y fieles, son los de verdad. Los que se han aguantado campañas malísimas. Hoy, con los precios, se les estaba castigando, confinando a un rincón de la cancha.
Hay que respetar la historia. Esa gente quiere seguir ocupando el sitio que siempre ha tenido en el estadio. Esperamos que sea una rebaja de verdad, en serio. Eso demostrará con hechos y no solo con palabras, que quiere que el público vuelva a acompañar al rojinegro. Así como otras veces lo hemos criticado, en esta le decimos bien, baje los abonos y que esa sea una política permanente.
Le damos un dato más, el Maule está entre las regiones con peores sueldos en Chile, no lo decimos nosotros, la cruel estadística así lo refleja. Antiguamente, la galería se llenaba y se llenaba no solo con talquinos, había gente de San Clemente, de San Javier, de Pencahue, de Pelarco, etc. Rangers es Rangers.
Le aprovechamos de dar otra idea. Años atrás, las micros estaban rayadas, se informaba el horario del partido y decían ¡al estadio, al estadio!. También se vendían entradas en el Crea (el talquino va en buen número los sábados a comprar por esos lados). Asimismo, pasaba un auto con un altoparlante por las calles más transitadas de Talca, informando a que hora se jugaba y por supuesto, el día. No basta con el Twitter.
Bien por las críticas que surgieron también. Habla de una comunidad viva, que no es indiferente al devenir de Rangers. Peor hubiese sido el silencio y la aceptación, porque estaríamos ante una señal que Rangers le importa a muy pocos. Quedó claro que no es así, que Rangers está vivo y su gente lo quiere acompañar. Bien en esta, insistimos, que la rebaja sea considerable, pensando en el pueblo rojinegro.
Entrene los jueves a puertas abiertas en el estadio, ojalá después de las seis de la tarde, para que el hincha pueda ir a ver al equipo. Que los jugadores vean que Rangers es importante para los talquinos, que se empape de ese amor por la camiseta y ese fervor religioso que caracteriza al seguidor rojinegro. Que se acostumbre a la “chuchá” y a la presión. Rangers no va a volver a primera sin su gente.
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