Antiguamente, el torneo de la Primera B entregaba considerables premios y con un claro y sencillo sistema de campeonato: los dos primeros ascendían directo a Primera División; el tercero y el cuarto iban a una liguilla de promoción con el decimotercero y decimocuarto.
Pero en esta nueva realidad de fútbol negocio, lo que impera por sobre los criterios deportivos son los económicos y pensar en retomar esa fórmula con un consejo de presidentes dominado por directivos que velan por su bolsillo antes que el desarrollo de la actividad se ve difícil, lamentablemente.
Para este año, se ideó una nueva fórmula que hace aún más complejo el ascenso del segundo. Cobreloa vivió en carne propia las penurias de esperar largo tiempo para enfrentar al ganador de la liguilla. Los naranjas hicieron un campañón pero seguirán en la B, ya que perdieron la final ante Deportes Copiapó.
Ahora, el que remate como escolta del líder, deberá afrontar una liguilla aún más tortuosa. Entrará a la fase final de la competencia en sefiminales, recordando que ahora clasificará hasta el octavo de la tabla a la liguilla por el segundo cupo.
El técnico de Deportes Temuco, Juan José Ribera, fue consultado por el nuevo formato del torneo y apuntó, claramente, que se trata de un torneo con escaso premio para la B y poco castigo para la B.
La lucha se avizora compleja. Deportes Temuco se ha reforzado considerablemente pero se espera un duro camino para llegar a Primera División. La Primera B, asegura Juan José Ribera ha evolucionado mucho.
Deportes Temuco tiene como gran meta ser campeón de la Primera B el 2023 pero deberá sortear una dura competencia y que además, tiene escaso premio y un egorroso sistema de campeonato.
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